Jorge Raad


De unas pocas noticias a finales del siglo XVIII se pasó a una incontenible divulgación en una buena parte del planeta, haciendo uso del desarrollo de las comunicaciones, especialmente las satelitales. Antes, las informaciones a través de las estrategias voz a voz, estafetas, periódicos e inclusive documentos muy cortos, eran los medios por los cuales los ciudadanos o cuerpos colegiados obtenían las nuevas, no siempre con la premura requerida de lo cual dependía la actualización y utilidad.
En los retardos estaban implicados las antiguas vías y los sistemas de transporte. La tierra, el mar, los ríos y los animales, eran los mecanismos que disponía el hombre para hacer llegar las noticias, los informes técnicos, la literatura, los avances primigenios de la ciencia, los mandatos legales y las comunicaciones religiosas, entre otras.
Ahora durante 24 horas diarias difunden sin límite toda clase de informaciones. Las personas deben ser selectivas si quieren oír, ver o leer lo de su interés. Pero además deben buscar temas y comentarios que garanticen un mínimo de cordura en lo que se recibe. Hay medios que llegan cada vez más a las personas con textos, caricaturas, fotografías o videos indiscriminados, donde la verdad está ausente. ¡La locura! Las personas ya no reflexionan, dan todo por cierto, es más fácil y todo se encadena, a favor de los manipuladores. ¡El abismo! De bueno se pasa a malo, lo maléfico se transforma en benévolo, lo especial se convierte en general, la sensatez se cambia por lo absurdo y todo es posible a la inversa.
Las vacaciones, y el fin y principio de año, deben servir para reflexionar con sinceridad, aunque sea unos pocos momentos, para beneficio propio, la familia, la sociedad y las instituciones.
Es oportuno volver a mencionar varios aspectos que importan a los colombianos:
1. ¿Por qué hay que llegar a la protesta general? El gobierno, cualquiera, debe prevenir las insatisfacciones repetidas de los ciudadanos. Para ello se hizo elegir o aceptó el nombramiento. Si ignoraba lo existente, bueno o malo, pecó. Si prometió y no cumple peca. Si omite o se excede, transgrede.
2. La reforma de la Ley 30 de 1992 de educación superior es prioritaria por donde se quiera analizar. La financiación adecuada de las universidades y otras instituciones debe estar avalada por una norma legal estatal, es la única forma segura. No puede quedar al albedrío de los gobiernos.
3. Los universitarios deben estar, y lo pueden hacer, atentos a la administración técnica de sus instituciones. No siempre los científicos, técnicos, artistas o eminentes humanistas son los mejores conductores corporativos.
4. Sigue en mora la adopción de medidas estatales acertadas que protejan los aportes de los ciudadanos al pagar los servicios de salud. El Estado no ha asumido integralmente su responsabilidad constitucional en la protección de la vida. El mejor camino es regresar, con nuevos delineamientos, al sistema público del manejo financiero, con directivos probos. La palabra lo define todo.
5. La Ley 23 de 1981, de Ética Médica, está obsoleta. Tiene varios aspectos que deben ser modificados: La elección de magistrados; las relaciones entre el médico y las instituciones; el cumplimiento de los deberes de los pacientes; explicitar el ámbito de aplicación; los tiempos de labor y períodos de los magistrados; las sanciones y la financiación.
6. Las zonas para recoger y bajar niños en algunos colegios siguen siendo críticas por lo peligrosas. Las autoridades deben disponer de vías alternas en los horarios de mayor inseguridad. No es justo someter a los niños a riesgos, siendo todos prevenibles.
7. La teoría está haciendo estragos en algunas disciplinas universitarias. No es adecuado con las instituciones ni con la sociedad que ingresen profesionales a la actividad laboral con menos del mínimo de experiencia en destrezas.
8. Debe imponerse, ¿cuándo?, la matrícula sin costo del mal denominado pregrado en las universidades del Estado, sin perjuicio de calidad y cobertura. Igualmente es injusto que el estudiante sin recursos costee todos los viajes de estudio. Existen varias estrategias compensadoras.
9. En el país falta coherencia. ¿Quién marcará el rumbo?
10. El país está pleno de ególatras. ¿Quién los controlará?
Nota 1. Manizales universitaria no es un lema, es una realidad.
Nota 2. Esta columna dejará de aparecer.
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