Tierra cargada de historia, de expresidentes y grupos étnicos que luchan por mantener sus ancestrales culturas y derechos, a pesar de los complejos conflictos sociales; territorio rico y generoso por su diversidad, hoy permeado por actores e intereses que desestabilizan el funcionamiento del ente territorial departamental y por ende, a sus vecinos del Huila, Nariño y Valle.
Tres grandes grupos étnicos se asientan en la región caucana; indígenas, afrodescendientes y blancos. Los primeros se encuentran agrupados en cabildos de las comunidades indígenas Nasa, Páez, Guambiano, Yanaconas, Coconubos, Epiraras, Totoroes, Embera, Inganos y Guanacos, en un número de 190.000 individuos. El 80% se ubica en las montañas de la Cordillera Central y el resto en la selva húmeda del Pacífico; poseen territorios autónomos y dialecto propio. Los segundos, negros y mulatos en un número de 243.000 habitantes, ocupan la zona costera del Pacífico, la región del Patía y el Norte del Cauca. El resto de población, blancos y mestizos comparten el excedente territorial.
Latifundios, invasión y usurpación de tierras, esclavitud, pobreza extrema y ausencia del Estado, han sido por siglos los detonantes en la exacerbación de estas comunidades. Hoy estos mismos pobladores tienen unos factores perturbadores que afectan la gobernabilidad y la paz en su territorio. La presencia de grupos armados repartidos en las zonas sembradas de coca, amapola y marihuana, aprovechan la ubicación estratégica para sembrar, procesar, comercializar y exportar estos productos ilícitos. La minería ilegal es otro carburante del conflicto vivido en el territorio caucano.
Recordemos la masacre de Tacueyó perpetrada por el jefe del Eln Fedor Delgado; la entrega de armas del M-19 en Miranda, la muerte de Alfonso Cano, comandante general de las Farc, dado de baja en Suárez (Cauca). Los constantes hostigamientos en la vía Popayán-Belalcázar; en las poblaciones de Toribío, Argelia, Huisitó, Almaguer, Buenos Aires y Balboa, es frecuente la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares. Esto demuestra con claridad que en esta región del país se concentran serios problemas de seguridad nacional.
La Minga que taponó la carretera Panamericana es un pálido reflejo del malestar que crece exponencialmente en una zona por donde fluye la vida de estas comunidades, el desarrollo del Cauca y la conectividad con los departamentos vecinos. Censuro las vías de hecho y no comparto la intransigencia de los organizadores que en últimas, no sufren las afectaciones que en materia social, política y económica se presentan; pero los indígenas son un hueso duro de roer y están dispuestos a perder lo que no tienen. Allí está el peligro. Por eso la importancia de darle cumplimiento a lo pactado en la mesa de diálogo entre Gobierno y los representantes de la Minga. Mitigar las peticiones no es difícil, si se tiene sensibilidad social y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, siempre y cuando las peticiones estén enmarcadas en la Ley, dentro del contexto del problema que afecta las comunidades y las soluciones estén acordes con la disponibilidad de recursos presupuestales. Tampoco debe obedecer a posiciones políticas que provengan de grupos de oposición. Recordemos que en el anterior debate presidencial, en el Cauca, Gustavo Petro obtuvo 323.443 votos, duplicando al presidente Duque que alcanzó 160.000 votos, donde la mayoría de los electores del Polo, pertenecen a la población indígena. Sería mezquino utilizar un mecanismo como estos para inducir el caos y una polarización más. Ya se tiene conocimiento de la vulnerabilidad que tiene esta región del país, donde un bloqueo vial genera desabastecimiento en alimentos e insumos hospitalarios, materiales de construcción y repuestos; suministros y bienes de producción; combustibles, concentrados para explotación avícola, porcina, piscícola y ganadera. Situación que en cualquier momento puede producir un colapso de consecuencias incalculables, no solo para el Cauca, sino para el centro sur del país. Ojalá los resultados de la negociación y su cumplimiento no sean el precedente para repetir o vivir este fenómeno en otros sitios de la geografía nacional, donde haya comunidades con el espíritu de reclamar sus derechos por las vías de hecho.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015