Gonzalo Gallo


Esta es la historia de un esclavo que trabajaba en una mina de diamantes de la India a fines del siglo XVI.
Cierto día encontró un diamante de tamaño excepcional y decidió apropiárselo con un acto muy osado.
Se produjo una herida, camufló la joya en el vendaje y, con el tiempo, logró huir de la mina.
Nuestro hombre cometió el error de contarle su odisea a un marino que lo llevó a su barco.
Allí lo mató, robó el diamante y arrojó el cuerpo del desdichado esclavo por la borda del buque.
Un año más tarde el marino vendió la piedra a un negociante hindú, pero no pudo con su conciencia.
Pasado el tiempo el marino se suicidó y se sabe que en 1701 el famoso diamante Regent ya era del gobernador de Madrás.
Y antes del fin, ¿no es sabio pensar por qué dos robos terminaron en dos muertes? Es que en la vida nunca recoges lo que siembras.
@gonzalogallog
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