Gonzalo Gallo


Para los antiguos griegos el carisma era un “regalo de gracia”. Para un creyente ser agradable es un don que otorga Dios.
Para unos es natural y para otros no. La verdad es que el carisma es en gran parte un comportamiento adquirido.
Una habilidad que hay que desarrollar, así como aprendes a caminar, usar bien el vocabulario o estudiar un idioma nuevo.
La riqueza o apariencia están ligadas a la capacidad de agradar, pero haber nacido sin ellas no te impide ser carismático.
Sentimos atracción casi de manera sobrenatural hacia algunas personas, porque nos agradan o las admiramos.
Pero ojo, también nos puede atraer un villano o un perverso carismático y eso lo explotan en el cine y la televisión.
La verdad es que somos poco hábiles para identificar qué hace que estas personas sean tan cautivadoras.
Seduce una linda sonrisa o la capacidad de hablar o brillar en algo pero ¿Qué más hace que alguien sea carismático y magnético?
@gonzalogallog
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