Hace unos 2500 años Sakkara era una “ciudad de muertos” a unos 30 kilómetros de El Cairo en Egipto. 
Cada día los arqueólogos encuentran allí más tumbas y verdaderos tesoros en sus excavaciones.
Los ricos y poderosos gastaban ingentes sumas de dinero para su muerte y el paso al más allá. 
Y, claro, se creó una industria funeraria con el tremendo negocio de ofrecer lo mejor estafando a las personas.
Por ejemplo, la misma tumba que se ofrecía como privada se usaba para muchas otras momias.
Solo los sacerdotes podían entrar en esas tumbas espaciosas y era fácil engañar a las personas.
¡Ay! Curioso ver a los egipcios gastando en la muerte el dinero que muy seguro no aprovecharon en una buena vida. 
Algo que también hoy se da porque vivir bien, o sea, en amor y en paz, digamos que es para una minoría. 

@gonzalogallog