Gonzalo Gallo


El modo como hablamos desnuda tantas creencias que no tienen sentido, pero determinan cómo vivimos.
En estos días me decía una persona: “Ahora estoy bien, pero fue duro ya que nací en una familia muy humilde”.
Queda claro que en su creencia nacer en un hogar de escasos recursos económicos es ser de origen humilde.
La verdad es que son dos cosas que no tienen relación ya que la humildad no depende del dinero y, si abunda, ella escasea.
Puedes ser pobre en dinero y muy orgulloso o tener dinero en abundancia y actuar con sencillez.
Claro que lo segundo no es nada fácil porque el poder, la riqueza, la fama y la belleza suelen ir de la mano con la soberbia.
La humildad es uno de los valores más importantes en la vida, y sin ella el existir se llena de conflictos y sinsabores.
Un proverbio oriental dice: “El orgulloso no es amado, sus relaciones nunca son armónicas y, por eso, no es feliz”.
@gonzalogallog
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