Manizales escogió como alcalde en las elecciones pasadas a Carlos Mario Marín, un exconcejal muy cuestionado, que le debe en buena parte la alcaldía a su enfrentamiento y sus acciones contra la Constructora Felipe Calderón. El enfrentamiento tuvo mucho apoyo popular porque se trataba de preservar una reserva hídrica. Es de aclarar que la constructora contaba con todos los permisos legales para el desarrollo de esa obra.

Pero lo que está en discusión no es el proyecto, ni la obra, que ya es historia pasada. Está en discusión lo que “le debe” Marín a Calderón para haber llegado al cargo de alcalde de Manizales. La respuesta parece solo una: se lo debe todo. Podemos decir que, sin Calderón, Marín jamás habría sido alcalde de la ciudad.
Los antecedentes de Marín lo hacían un personaje que sería más problema que solución para la ciudad, pero no fueron tenidos en cuenta por los electores en el momento de la elección, que siempre se hace con la emoción del votante y la inmediatez de la elección, sin sentarse a pensar en: ¿Quién es el candidato? Nadie estaba preocupado por averiguar quién era Marín, más allá de los problemas que tuvo en el Concejo y sus intervenciones en el mismo que eran conocidas y que fueron difundidas por varios medios.

Pero Marín con conciencia plena y de manera inesperada, nos reveló la verdad de lo que lo antecedía. Una realidad de su personalidad que no debía ser tenida en cuenta para hacerla pública, porque corresponde a su vida privada. Excepto que él mismo, fue el encargado de darla a conocer y hacerla pública. En efecto, así lo hizo y dio una muestra de todos los problemas que lo anteceden; problemas que evidentemente son un drama humano de magnitud mayor para una persona, cualquiera que ella sea, pero que deben ser tenidos en cuenta para escoger a una persona en el ejercicio de una a ctividad y de los efectos que puede tener en el manejo de lo público.

En una grabación de un evento, que aparece en @YouTube, de esos con los que los grupos autodenominados “cristianos”, hacen espectáculos circenses para engañar incautos, aprovecharse de sus dificultades personales, para con el pérfido uso de la herramienta de “la fe”, hacer un negocio multimillonario, en el cual los “pastorcitos mentirosos” se enriquecen a expensas de los desposeídos y necesitados. Hacen espectáculos de supuestas “posesiones”, con personas que fingen convulsiones, desmayos y se sanan con el toque de la “varita mágica” del negociante de la fe.

Cualquiera que conozca las diferentes formas de las convulsiones, en neurología, sabe de inmediato que es una farsa. Lo hacen porque saben que no hay nada más frágil en el ser humano necesitado o fanático que la incapacidad de oponerse a dejarse manipular por los que les prometen soluciones a todos sus problemas, con la condición de que “voluntariamente” paguen sus “diezmos”, una letra en blanco, con la cual los engañan jugando con su desesperación y sus convicciones íntimas. Una verdadera basura ideológica y religiosa, con la que mantienen atrapados incautos, que son cegados por sus pastores, mientras estos se llenan sus bolsillos y acrecientan sus cuentas y sus bienes, a expensas de la explotación de la desesperanza de los otros.

El espectáculo “Dando testimonio de vida”, se realizó ante una gigantesca multitud, con traducción simultánea. En ese acto, Carlos Mario Marín cuenta detalles de su vida íntima a los frenéticos seguidores de un encuentro cristiano que llenó la plaza de toros de Manizales, para allá, decir llorando, cómo sus enemigos lo habían encarcelado y generado el suicidio de su mamá. Y como él, con la ayuda de Cristo Redentor, salió adelante y venció los obstáculos. Es necesario ver el video Cruzada- 21/02/20 Viernes 6 p.m. entre la 1:13:41 y 1:34:40, 21 minutos del mismo: https://youtu.be/LG1CsHNWmMY, para entender bien lo que es un testimonio voluntario y público, que siendo un drama de magnitud mayor para una persona, tienen consecuencias imborrables que se manifestarán tarde o temprano en las acciones que ejecute.

Ahora, súbitamente, después de haber pedido el 18 de julio la renuncia a todos sus secretarios y asesores, hace un “cambio de 8 secretarios y personal que trabajaba en otras dependencias, aceptó la renuncia a 7…”. Esto en una época en la que la pandemia está en su furor. Para comenzar según dijo, con “más ejecutores en su gabinete”, frente a la actual situación. Manizales necesitaba un cambio, pero no ese.