La vida contada por un sapiens a un neandertal fue la primera obra con la que el escritor Juan José Millás, el neandertal, y el antropólogo Juan Luis Arsuaga, el sapiens, nos sorprendieron con sus lecciones y reflexiones sobre el origen y la fragilidad de la especie humana, también sobre la evolución y el pensamiento. En ese que terminó por convertirse en un superventas fuimos descubriendo cómo este par de personajes se iban volviendo amigos y contertulios más finos a medida que se repetían sus reuniones.
Por eso no sorprende que se hayan aventurado con un segundo libro. La contracara de la vida: La muerte contada por un sapiens a un neandertal. Un tema en el que queda claro que envejecer es empezar a morir y que los humanos son los únicos que realmente envejecen en la naturaleza por selección natural. Los demás seres que terminan padeciendo los achaques de envejecer son las mascotas del hogar y los animales del zoológico, que se salvan de la dura realidad darwiniana de que solo sobreviven los más fuertes.
Este libro es divulgación científica, por supuesto, pero también un charla constante plagada de sarcasmos, de confesiones, de hábitos de vida y de filosofadas sobre el misterio de la vida y de la muerte. Es una prosa literaria que se degusta. Los dos personajes, el neandertal a quien ahora definen como epicureísta y el sapiens, como kroptokiniano, en referencia a un anarquista ruso, a quien le corresponde ser el romántico de la dupla, nos entretienen con sus divertidas formas de decirnos que la genética se las arregla para resolver muchos problemas, menos el de la vejez, porque no hay tiempo suficiente para corregir estos padecimientos.
Mientras Arsuaga asume la vida como viene, con absoluto pensamiento científico, casi con determinismo Millás en el fondo es un romántico y le gustaría pensar que hay altruismo en la naturaleza, una mirada si se antoja muy Disney del reino animal. Por supuesto, en ese ir y venir visitan sitios para ayudarnos a entender el complejo mundo de la evolución y qué es relamente la inmortalidad
Desde ya anuncian un tercer libro, porque Millás se resiste a que no se hable del altruismo, la consciencia, la inteligencia -incluida la artificial- y la cooperación. Ahí lo dejaron de tarea.
Y Epicuro
Al terminar este libro, la emprendí entonces con Lecciones de epicureísmo, de John Sellars, profesor de la Universidad de Londres, que justamente se dedica a mostrar que esta escuela filosófica está lejos de la imagen de sibaritismo y placer por el placer, que se nos ha vendido.
Desde que estudiaba filosofía en el bachillerato me gustó eso que vendía el filósofo griego de gozarse la vida y no atormentarse tanto por los problemas. Sin embargo, ahora comprendo mejor que Epicuro no era precisamente un hedonista, sino más cercano al estoicismo. Entendemos que era ante todo un naturalista y un defensor de algo tan básico como que es mejor el placer que el dolor y que este último debemos evitarlo.
Y se evita con cierta mirada racional sobre la vida misma, entender las cosas que pasan y saber que todo tiene explicación, en su época los seguidores de Epicuro supieron que no es el acumular en donde se encuentra la felicidad, sino en no neceistar mucho, lo que garantiza libertad y autonomía al ser humano. Por eso Arsuaga se considera un seguidor del griego.
Lo más interesante de Epicuro era el valor que le daba a la amistad como un importante paso para sanar: “La amistad baila por el mundo llamándonos a despertar al reconocimiento de la alegría".
La amistad como relación sin transacciones, la amistad como sanación, la amistad como una mejor manera de enfrentar la vida al compartir en comunidad. Y lo que se ve, entre Arsuaga y Millás es que este par de personajes que empezaron una relación profesional para escribir un libro, se van consolidando como buenos amigos que se ayudan a superar sus situaciones difíciles y, sobre todo, que se animan en la tertulia y en las buenas. Una amistad que escribe bastante bien.
Solo por eso vale agradecer ese encuentro de mentes brillantes que ha servido para que comprendamos mejor la naturaleza, la vida misma y, por supuesto, nuestras propias limitaciones.
Así que los invito a leer sin miedo a los españoles para que lo disfruten y seamos conscientes de nuestros cuerpos y nuestro punto en la naturaleza, así como al inglés para que aprendamos más de Epicuro, mucho menos sibarita de lo que nos imaginamos y sí mucho más racionalista para encontrar la felicidad. Léanlos y #HablemosDeLibros.
Subrayados
* En la naturaleza solo hay plenitud o muerte.
* Sexo, muerte y altruismo. He ahí los tres problemas a los que se enfrenta el neodarwinismo.
* Escribir consiste en llegar a un acuerdo entre lo que quieren decir las palabras y lo que quieres decir tú.
* Los ecologistas a ultranza, como no negociaban, eran la pureza absoluta. Si no tienes una religión, elige una causa.
* Epicureísmo y hedonismo, porque se confunden y lo cierto es que no tienen nada que ver.
* Todos tenemos dos vidas; la segunda empieza cuando te das cuenta de que solo tienes una.
* A la selección natural le importa un pito el bien de la especie.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015