De Samaná para la educación en muchos lugares de Caldas. Así se puede describir el recorrido vital del profesor Ernesto Quintero Gil, viejo conocido de la sección Voz del Lector de LA PATRIA, cuyas colaboraciones son esperadas por algunos lectores, que ven en ellas las enseñanzas del que siempre busca enseñar.

Reflexiones de un maestro es el libro que acaba de publicar Quintero Gil, en buena parte comentarios hechos por él en esa tribuna de los lectores que se encuentra en las páginas de opinión del periódico. Se trata de escritos hechos a lo largo de unos 20 años, según sus propios cálculos. Desde la presentación nos advierte el autor de la influencia que este diario, próximo a cumplir su centenario, lo hizo escritor. Su modestia lo lleva a escribir de él en plural mayestático, lo que habla muy bien de su humanismo.

El libro se divide en seis capítulos. Los tres primeros tienen como objeto destacar al estudiante, el segundo va dirigido a los padres de familia con consejos que bien vale la pena aplicar. El tercer capítulo se refiere al liderazgo, mientras que el cuarto recoge enseñanzas de ética y moral. Los dos últimos los dedica a la docencia y a la sociedad en general. En este incluso rinde homenaje a muchos personajes.

La mayoría de los textos están escritos a manera de máximas, de aforismos y de listas, que tanto gustan hoy en el mundo de la internet, pero también dedica algunos a hondas reflexiones, eso sí, siempre en cortas palabras, porque entiende muy bien eso de que para ser profundo no hay que escribir largo.

Al leer los diferentes mensajes puede a veces pensar el lector que hay contradicción en las palabras del autor, pero al entender que a veces se dirige al estudiante y a veces al profesor, o que en ocasiones habla al niño y en otra parte se refiere al padre, se comprende por qué el mensaje que parece contradictorio, no es más que ajustado a los emisarios que espera los reciban.

Imágenes de la naturaleza a todo color sirven para separar los capítulos. Se trata de una agradable selección que reafirma la idea del autor de hacer un libro que guste, no que genere rechazo. Eso es parte del talante de Quintero Gil, quien sabe decir las cosas que tiene que decir, cuidándose muy bien de no agredir los sentimientos de su interlocutor. Con sinceridad, pero sin causar daño.

Me pregunto cómo recibirán los más jóvenes las enseñanzas de este maestro, en un momento de ruptura de la sociedad. Porque algunos de sus consejos pueden sonar anacrónicos para quienes no los sepan entender en toda su dimensión. No obstante, si se lee toda la obra se ve el esfuerzo de un maestro por comprender a las nuevas generaciones. Esa es la diferencia entre quienes se dedican a enseñar una materia y quienes alcanzan el sitial de enseñar para la vida.

Leánlo, reflexionemos juntos y #HablemosDeLIbros

Un botón

Para la muestra de los escritos de Ernesto Quintero Gil, bien vale la pena esta moraleja que saca del escrito que tituló Doce hechos que preocupan. En los que no se arredra para identificar buena parte de los problemas de nuestra sociedad colombiana. Selecciono la conclusión, porque me parece que está a tono con los tiempos que nos ocupan, pero de este abrevadero de sapiencia, se puede beber muchísimo más:

"¿Quiénes son culpables de esta época inquietante? El Estado en primer término; ya que es el que quita y pone.

"La dirigencia política, religiosa y militar, en segundo lugar. Porque si no reconocen errores y más bien se señala, no tendremos cuándo.

"Los padres de familia y el magisterio, en tercera instancia, porque estas bellas profesiones perdieron su filosofía. La corrección del Estado por medio de los gobiernos sería la cuarta razón; porque en vez de atacar causas combaten efectos.

"!Así jamás habrá solución¡"