Elizabeth Ortiz Palacio
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Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol es una epidemia. En el año 2016, la ingesta orbital aproximada fue de 6,4 litros de alcohol por persona, a partir de los 15 años. Cada 12 meses mueren 3,3 millones de humanos por tomar alcohol, lo que representa el 5,9% de todas las defunciones.
Diversos estudios demuestran que las personas con trastorno por ingesta de alcohol están predispuestas a presentar lesiones pulmonares e infecciones respiratorias. El principal problema de ese hábito es que incrementa de dos a cuatro veces el riesgo de presentar síndrome de dificultad respiratoria aguda, que es potencialmente mortal.
Tomar una copa con familiares o amigos es una forma de socializar. Sin embargo, la OMS apunta que el consumo medio de más de 40 cc de alcohol al día, en mujeres; y de más de 60, en hombres; resulta perjudicial. A las organizaciones oncológicas, por su parte, les resulta imposible dar una cifra de alcohol que asegure un riesgo cero.
El mito de que una copa de vino al día es buena para la salud hay que romperlo. Todos han escuchado alguna vez esta afirmación. Es algo muy extendido, pero al tener en cuenta que lo que aporta son calorías vacías, se debe hacer algo al respecto.
Las calorías vacías hacen referencia a alimentos que proporcionan energía, pero muy pocos nutrientes o ninguno. La recomendación para personas entre 2 y 18 años pasa entre 8 y 20% de las calorías totales del día. No obstante, el consumo actual está en un promedio del 40%. El exceso es alarmante, entre otras razones, porque los alimentos con calorías vacías incrementan los factores de riesgo cardiovascular.
El alcohol es perjudicial para la salud. El consumo de esta sustancia repercute en el organismo: esófago, estomago, intestino delgado, sistema circulatorio, hígado, cerebro, entre otros. Por ejemplo, casi todo el alcohol exhalado proviene de los bronquios.
Al beber se modifica el sistema mucocilar que esta formado por moco y unos pelitos (cilios), los que se encargan de retener la suciedad del aire y de los microorganismos. Esto afecta las vías aéreas superiores como la nariz y la garganta. Este sistema es la primera linea de defensa de los pulmones y cualquier fallo en su funcionamiento puede provocar: bronquitis recurrente, neumonía, etc.
Vale tener en cuenta que el alcohol aumenta la proteína HSP90. Esta se relaciona directamente con el cáncer de pulmón. Por tanto, cuando este bebiendo o brindando en estas fiestas, recuerde que la mesura es fundamental para cuidar la salud. Cuanto menos alcohol, mejor.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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