Durante la crisis por el covid-19 el Gobierno Nacional decidió apoyar el empleo de las empresas en el país, generándoles recursos a través de créditos bancarios. Sin embargo, los bancos le prestan solamente a quienes tienen mayor capacidad de pago, mientras que las MiPymes, emprendedores y trabajadores independientes, que tienen economías más precarias, no tienen acceso a estos recursos, una situación que en la actual etapa de la pandemia tiene a este sector postrado en una dura crisis financiera.

Este drama se ve reflejado en el panorama actual del empleo en el país. El más reciente informe del mercado laboral del Dane indicó que en julio la tasa de desempleo en Colombia fue de 20,2%, algo que no sucedía desde 2001, mientras que por regiones la mayor tasa de desempleo se registró en la región Central de la que hace parte el Eje Cafetero con 17,9%.

Considero que así como el Gobierno decidió otorgar un crédito de 370 millones de dólares a Avianca para salvar 15 mil empleos, también es urgente que otorgue alivios financieros a los microempresarios e independientes quienes son los que generan el 93% del empleo en el país y que en medio de la crisis actual están olvidados y desamparados.

Es prioritario que desde el Estado dichos créditos se otorguen con garantías al 100%, con bajos intereses y a largo plazo. Pero además, no hacerlo con intermediarios como los bancos, sino de forma directa por ejemplo, por medio de Bancóldex o a través del Banco Agrario, si es para el sector agrícola. Es hora de que este dinero llegue a las MiPymes que son las que más lo necesitan.

Estos recursos son necesarios no solo para reabrir sus negocios, sino para pagar deudas, muchas de ellas adquiridas por la pandemia. De continuar esta situación el resultado será que muchas cierren definitivamente y eso no es lo queremos.

También insisto en mi propuesta al Gobierno de establecer el Ingreso Básico Mensual a los más necesitados. Los independientes, que son las personas que trabajan a diario para llevar el sustento a sus casas, requieren de estos recursos como un apoyo fundamental para mejorar su calidad de vida y la de sus familias durante esta crisis. 

De esta manera se podrá comenzar una reactivación económica que no sólo tenga en cuenta a las grandes empresas si no que incluya a los sectores más vulnerables y olvidados de la sociedad.