A menos de una semana para que Carlos Mario Marín se posesione como alcalde de la ciudad -posesión que se hace efectiva a partir del primero de enero-, debe tener en cuenta que las épocas de candidato se acabaron. Ahora le toca dedicarse a gobernar nuestra ciudad. En el ejercicio de su cargo se va a encontrar las "herencias" de unos programas por los que debe trabajar intensamente para volver a encauzarlos y lograr que finalmente se cumplan los objetivos que se perseguían cuando fueron propuestos. 
Uno de ellos es People Contac, programa que en su momento fue un gran generador de empleo en la ciudad, pero que en los últimos años ha entrado en desgracia, pues son muchas las dificultades que ha presentado, incluyendo pérdidas económicas. El alcalde Cardona tomó decisiones drásticas, como la de cerrar sus oficinas en Bogotá y Manizales y concentró toda la actividad administrativa de la empresa en la sede del antiguo terminal de transporte, logrando con esto ahorrarse una cifra importante por concepto de pagos de arrendamientos. Aparentemente todo está dado para que este programa tome un nuevo aire y pueda volver a generar, para bien de la ciudad, los empleos que anteriormente se tenían.
Otra herencia incomoda es el macroproyecto San José. Proyecto que es de gran impacto urbanístico para la ciudad, pero que lamentablemente no ha podido cristalizarse. A la fecha se han demolido la mayoría de las viviendas que estaban allí y se han construido unos edificios de apartamentos. Las principales intervenciones que se han realizado en el proyecto han sido la construcción de vías. Como proyecto urbanístico es muy poco lo que se ha logrado, causándose un enorme perjuicio a las familias que aún viven en el sector y a las que tuvieron que salir de allá fruto de las demoliciones de sus viviendas. Por su importancia para la ciudad y por las dificultades que se le han generado a la comunidad, es urgente sacarlo adelante.  
Una de las promesas que han hecho los candidatos a la alcaldía en las últimas campañas es la de construir más líneas de cable aéreo. Se tiene contemplado que la próxima línea sea de Los Cambulos hasta el sector de las universidades. Línea que tiene un costo aproximado a los $130 mil millones, recursos que en su mayoría los tiene que poner el gobierno nacional, pues el municipio dispone de muy poca plata para este proyecto. Pero antes de emprender la búsqueda de los recursos para la construcción de esta línea, el alcalde Marín debe ponerle cuidado al funcionamiento de la que está en servicio. 
Actualmente la operación del cable aéreo está siendo deficitaria y los pasajeros movilizados están disminuyendo. Igualmente, existe un conflicto entre Inficaldas, propietaria de la línea Cambulos-Villamaría, e Infimanizales, propietaria de la línea Cambulos-Fundadores, por el manejo que se le ha dado a la operación y que tiene que ver especialmente con las dificultades que se han tenido con el recaudo del pago del pasaje por parte de los usuarios. Este conflicto ha llegado a tal punto que a partir del 1 de enero el servicio será prestado independientemente por cada entidad, lo que puede propiciar el pago de dos tarifas por parte de los pasajeros que pretendan desplazarse entre Villamaría y Fundadores. 
El doctor Carlos Mario ha manifestado su interés por instalar el sistema estratégico de transporte, que consiste en optimizar las modalidades que se tienen para el transporte público colectivo urbano mejorando las rutas, propiciando que los buses, busetas, colectivos y cable aéreo funcionen sincronizadamente e inclusive permitiendo que los usuarios que tengan que hacer transbordo en sus desplazamientos puedan pagar tarifas diferenciales. Este sistema, que no va a ser de fácil implementación, es muy importante poder ponerlo en marcha, sobre todo si se tiene en cuenta que los mayores beneficiados serán las personas de menores recursos de la ciudad.