De los varios puentes que comunican a Buda con Pest el más famoso y concurrido es el de las Cadenas, como ya lo hemos dicho. El segundo es el de la emperatriz Isabel (Sisi). Lo cruzo y me lleva directamente a la base del Monte Gellert donde han erigido una estatua de la reina, que los nazis habían hecho cambiar de lugar. Los eravos celtas, antecesores de los romanos se establecieron en el lugar que con el tiempo se convirtió en santuario de brujerías y supersticiones. En la parte baja de la montaña, se encuentra el parque Tabán, entre el circuito del Castillo y el Monte Gellert. Ya desde el siglo XV se aprovechaban los baños Rac y Rudas que se encuentran en la zona. Los baños Rudas fueron ampliados por el sultán Mustafá Sokoli y tienen una piscina y una cúpula octogonales en estilo otomano. No se olvide que Hungría estuvo dominada durante siglo y medio por el imperio otomano. A lo largo de la historia Hungría debió luchar contra cumanos, pechenegos, tártaros y turcos otomanos. Recordemos que la Caída de Constantinopla ocurrió el 29 de mayo de 1453 a manos de Mehmed II.
Desde entonces los otomanos iniciaron su gran imperio extendiéndolo por el oriente medio, por los Balcanes y llegando a amenazar a Europa Central; el imperio moriría con Mustafá “Ataturk” Kemal Pachá, en pleno siglo XX. Pues bien, este Mehmed II fue uno de los tantos causantes de guerras entre turcos y húngaros antes de que definitivamente, muchos años después de la muerte de este sultán, los otomanos se apoderaran de una parte de Hungría con Solimán I, el Magnífico y ello ocurrió en 1526 en la batalla de Mohacs en la que murieron Luis II de Hungría y 14.000 soldados suyos. Envalentonado con el triunfo sobre los húngaros Solimán sitió a Viena en 1529, pero tuvo que retirarse derrotado en parte por la llegada del invierno. Después de Mohacs otra parte de Hungría, la tercera, quedó bajo el poder de los Habsburgos. Luego de Mohacs los otomanos se volcaron sobre otras regiones del oriente de Europa pero en 1541 regresaron de nuevo a Budapest, se apoderaron del Palacio Real, lo llenaron de caballerizas y polvorines y Buda se convirtió en la capital de la Hungría Otomana mientras que la Hungría Oriental y Transilvania fueron dominios feudales.
Inocencio XI urgió a los reyes católicos de Europa para que crearan la Santa Liga para luchar contra el poderío otomano. Le contestaron el Sacro Imperio Romano Germánico, Polonia y Venecia. España ayudaría más tarde. Y así luego de feroz batalla el 2 de septiembre de 1686 los reyes de la Santa Liga ayudados por España derrotaron a los otomanos y liberaron a Buda. En 1699 Hungría y los otomanos firmaron el Tratado de Karlowitz que reconocía la independencia de los magiares respecto a los turcos otomanos. Todo esto para recordar que los turcos durante su larga estancia en Buda ampliaron y dotaron magníficamente los baños y termales de la ciudad, hasta convertirlos en lo que son hoy, los más famosos y numerosos en una ciudad capital. Hay más huellas otomanas en Buda y en Pest.
Alrededor de los baños de Tabán se construyó una ciudad que, igual que muchas construcciones de Buda y Pest, quedó destruida en el asedio de 1686 cuando los húngaros expulsaron a los otomanos. A finales del siglo XVII serbios, gitanos y griegos huyendo de los turcos poblaron Tabán y lo llenaron de viñas.