Andrés Hurtado


Los monumentos erigidos en las ciudades y países que visito me permiten conocer parte de su historia y a la vez valorar su cultura y tradiciones. En la Plaza Batthyany, de la que ya hablé, hay un monumento a Ferenc Kolcsey (1790-1838). Por lo que he visto quizás el nombre propio de personas más socorrido en Hungría es Ferenc, que en castellano es Francisco.
Kolcsey fue un orador, crítico literario y político que se hizo famoso porque su poema “Himnusz” (1832) se convirtió en la letra del himno nacional. El poema canta las glorias del país. En la misma Plaza se encuentra la Posada de la Cruz Blanca que se ufana de sus huéspedes ilustres. Dos de ellos fueron el emperador José II y Giácomo Girolamo Casanova. Este personaje, que vivió entre 1725 y 1798, recordémoslo, es simplemente Casanova, el mujeriego del que se dice que tuvo 132 conquistas.
Google nos transmite sus profesiones, todas olvidadas, para quedar en la historia catapultado simplemente como el mujeriego, buenavida, elegante. Esto dice Google: “aventurero, libertino, historiador, diplomático, jurista, violonchelista, filósofo, matemático, bibliotecario y agente secreto italiano”.
En el mismo sector se encuentran tres baños, el Kiraly, el Lukacs y el Veli. Los baños Kiraly forman parte de los cuatro que dejaron los otomanos a su paso por Budapest. Los baños Lukacs llevan el nombre de San Lucas y cerca de ellos se encuentran otros baños termales, los Veli Bej, quizás los más bellos de la ciudad. En la cercana Plaza Bern me acerqué a ver el monumento al general polaco Jozsef Bern, héroe del levantamiento de 1848-1849. Con el brazo en cabestrillo en la batalla de Pisk alentó a los húngaros a tomar el puente contra el ejército austríaco. Durante mi estancia en Budapest pasé muchas veces por la plaza del túnel, llamada en magiar: “Clark Adam ter”. Ter significa plaza, sitio, espacio abierto. Y Adam Clark es el nombre del ingeniero escocés que construyó el Puente de las Cadenas y que se quedó viviendo en Budapest donde dejó muchas obras, una de las cuales es este famoso túnel ubicado en el centro oficial de la ciudad. El túnel atraviesa la colina del Castillo y sale a Krisztinavaros. (Varos significa ciudad). El túnel mide 350 metros de largo, 9 de ancho y 11 de alto. La entrada del túnel es monumental y está flanqueada por dos pares de columnas dóricas. En la plaza del túnel se encuentra la artística piedra que marca el kilómetro cero de todas las carreteras de Hungría. Imposible no trasladarse con la imaginación a la Puerta del Sol, la emblemática plaza de Madrid, donde se encuentra el kilómetro cero que marca el origen radial de las principales carreteras españolas.
Quiero volver hacia el centro de Pest porque veo que dejé muchas cosas interesantes por conocer. En esta zona de la ciudad hay varias iglesias: iglesia calvinista, iglesia de la universidad, iglesia franciscana, iglesia luterana, iglesia serbia, iglesia servita, iglesia parroquial del centro, la gran sinagoga y capilla de San Roch. Como se ve, casi todas las confesiones cristianas están aquí representadas. Comencemos por la iglesia parroquial del centro. Se trata nada menos que del primer edificio construido en Pest y data del siglo XIII. La iglesia se construyó sobre la tumba de San Gellert, el obispo que fue arrojado al Danubio metido en un tonel. La iglesia es un mostrario de estilos: construida en románico, fue mezquita en el siglo XVII cuando la dominación otomana, ahora es gótico renacentista. Se encuentra cerca del puente de Isabel (Sisi).
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