En 1650, el arzobispo protestante irlandés James Ussher editó el libro Los anales del mundo, en el que - basándose en la teoría creacionismo y las historias de la Biblia - estableció que Dios creó al mundo el sábado 22 de octubre del año 4004 a.C. Además, para más precisión, dijo que lo hizo a las 6 de la tarde. Lo hizo basándose en el calendario gregoriano, promovido por el papa Gregorio XIII, que entró en vigor en 1582 luego de que astrónomos y matemáticos acordaron fechas con el calendario litúrgico y lo establecido mil 257 años antes en el Concilio de Nicea.
Lo anterior es solo para reforzar la idea del filósofo Emmanuel Kant de que el tiempo es una invención humana que se proyecta sobre el universo. Fechas y horas se fijan de manera caprichosa alrededor de una figura como Jesucristo por orden de un papa o de un César, como antes sucedía con el calendario juliano. Por ello no debemos considerar el 1 de enero de 2001 como el inicio del siglo XXI, sino un día como hoy hace 20 años, más exactamente a las 8:46 de la mañana.
Ese 11 de septiembre de 2001 quedó como una cicatriz en la historia. Así como generaciones anteriores quedaron marcados por el llegada del hombre a la Luna o por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, para los de la Generación X los atentados terroristas al World Trade Center y al Pentágono se convirtieron en referente para medir un antes y un después.
A quienes nacimos entre 1969 y 1981 no nos había tocado un acto de tal impacto. Lo más cercano había sido la caída del Muro de Berlín y el fin del bloque soviético en 1989, lo que nos forzó a entender un nuevo orden global. Ya los rusos no eran los malos, como lo veíamos en el cine; y nacieron una cantidad de naciones que nos obligaron a cambiar los atlas y mapamundis que teníamos en las casas. La tecnología y las telecomunicaciones nos metieron en un vórtice de constantes actualizaciones: apareció la internet, los computadores se hicieron personales y la realidad se hizo virtual.
Entre ese 9 de noviembre de 1989 y el 11 de septiembre de 2001, nos permitimos soñar un mundo unificado en su diversidad - la llamada “aldea global” - y que se avistaba con la formación de la Unión Europea. Era un abrebocas de un siglo XXI prometedor, a pesar de que a los de la Generación X nos calificaron de “apáticos y holgazanes sin rumbo” en publicaciones como Time, y como “cínicos y desafectados” por los sociólogos de la Universidad de Stanford.
Pero me desvío del tema… Hace 20 años, un día como hoy, comenzó el siglo XXI con esos aviones estrellándose contra las Torres Gemelas y el planeta entero viendo su desenlace en vivo y en directo. A partir de ese momento arrancó la “guerra contra el terror”, dirigida a todo lo que asustara a los estadounidenses: desde el terrorismo islámico hasta la divulgación de comentarios antisistema por las redes sociales. Y nos dejamos someter y abusar de los gobiernos y las corporaciones bajo el pretexto de que era por nuestro bien.
Un nuevo siglo con ciudadanos con la cabeza agachada hacia una pantalla de cristal negro y compartiendo datos con corporaciones para unificarnos en un mismo zeitgeist. Para hacernos más manipulables y menos independientes. Tal y como lo hizo el papa Gregorio XIII con su orden de unificar todo bajo un mismo calendario, pasando por encima de otras culturas y obviando métodos más precisos de medición del paso del tiempo.
Ya el futuro nos pondrá un epíteto, dependiendo del desenlace de esta historia que apenas comienza. A lo mejor algún personaje, como el arzobispo Ussher, considere que la historia comience a contarse desde la muerte de Steve Jobs, el hombre que con su carisma y estilo nos condenó a la dependencia de un aparato de cristal oscuro que portamos en el bolsillo y que piensa por nosotros.
* * *
Ayer murieron el poeta Jaime Jaramillo Escobar y el periodista Antonio Caballero Holguín, dos plumas importantes e influyentes en la cultura colombiana. Buen viento y buena mar a donde vayan.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015