Peye es el nombre de un río que pasa por los departamentos de Antioquia y Chocó, por el Parque Nacional Natural Los Katíos. También es el nombre del fundador de la dinastía XXV de Egipto - el primer faraón negro, Menkheperre Peye - por allá en los años 747 a 714 a.C. Pero el Diccionario de colombianismos del Instituto Caro y Cuervo define peye como ese adjetivo que se usa para referirse a “una persona o a un objeto, ordinario o de apariencia desagradable”, y entre sus sinónimos están “bandera”, “boleta”, “corroncho”, “lobo”, “mañé” y “ñuco”.
Peye sería lo opuesto a lo estético. A lo que en la filosofía y autores como Kant, Baumgarten o Gadamer se refieren como la percepción de la belleza; a las formas, manifestaciones y experiencias que placen. La misma palabra es fonéticamente fea; esas dos sílabas juntas - pe / ye - suenan disonantes y poco armoniosas al oído. Peye es un peye.
La palabra la usaron hace poco en un meme que circula por las redes sociales en el que el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín Correa, aparece acostado en la cama junto a su esposa, Valentina Acevedo, y un audio imitando su voz dice: “Amor, que alumbrado tan peye”, haciendo referencia a las pobres instalaciones navideñas de este año en la ciudad. Y sí, muy peye el alumbrado local, concentrado en un par de sectores y a estas alturas todavía no se sabe si les falta por instalar algunas decoraciones en sectores como Chipre y la Avenida Santander, o eso era todo.
Pero todo ha sido peye en la alcaldía de Marín Correa, desde sus actuaciones hasta la desidia por cómo está la ciudad. Vamos con lo primero, que vienen siendo los modos. El paso de Carlos Mario por el Concejo de Manizales fue más polémico que de verdadero control político y todavía se escuchan los ecos de sus comentarios xenófobos, de sus shows dramáticos en el recinto, de meterse al monte y perderse. “Elige un payaso, espera un circo”, dicen por ahí y pues eso es lo que estamos presenciando en su administración: armó un gabinete que se descuadernó en menos de un año y doce personas salieron de sus cargos como secretarios y gerentes, algunas alegando malos tratos y violencia psicológica. Y eso que antes de tomar posesión del cargo, Marín dijo a Caracol Radio: “por mi parte he dejado atrás las banalidades y el ego”. (https://bit.ly/3EaUl0Z)
Como alcalde, Carlos Mario ha sido arrogante, rencoroso y nepótico. Es innegable su influencia en la decisión que tomó el Partido Verde de quitarle el aval como su candidato a la Cámara de Representantes a Juan Sebastián Gómez para dárselo a su primo y consejero Santiago Osorio Marín, ¡a un día de cerrar inscripciones! Es un acto ruin, de celos, hacia un político que, a pesar de las diferencias que tenemos, reconozco que ha hecho carrera y méritos para estar donde está. De Santiago poco diré, pues no lo conozco; es uno de tantos que se acostaron periodistas y se despertaron políticos.
Pero no solo ese aspecto negativo reflejó el alcalde esta semana. La Fundación para la libertad de prensa - Flip publicó el informe Presentadores de pandemia (https://bit.ly/3J33axU) en el que se se revela que Marín Correa es uno de los alcaldes con mayores problemas al relacionarse con los medios de comunicación; no es ecuánime, prefiere a unos sobre otros y su estrategia tiene que ver más con mercadearse que con gobernar.
Esas formas evidencian su mediocridad como mandatario y su carácter déspota e impulsivo. Es aquí cuando llegamos al segundo punto y es la obra, o sea cómo está la ciudad. Las sensaciones no son buenas: la percepción de seguridad desmejoró, la malla vial es un desastre, el control del espacio público es nulo, se perdió el norte, no hay claridad en los proyectos y Marín está tan desconectado que incluso olvida cuándo debe retomar sus labores cuando se va de viaje. Es como el que no deja encargadas las matas y las mascotas cuando se va de paseo, para después retornar a un lugar marchito y hediondo a podrido. Por eso deben sancionarlo o, al menos, llamarle la atención.
Lo siento mucho por quienes trabajan en esta administración. Hay personas en su equipo a las que admiro, pero por mucho que quieran hacer es innegable que Carlos Mario Marín Correa - por sus modos y obra - es hasta ahora lo más peye que ha pasado por ese cargo.
* * *
Por motivo de Navidad y fin de año, fechas en las que tradicionalmente el periódico no circula, y por cuestiones personales, esta columna no saldrá publicada el 25 de diciembre, 1 de enero ni 8 de enero. Nos reencontramos el 15 de enero del 2022. Felices fiestas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015