“¡Bárbaros! Las ideas no se matan” gritamos hace 20 años estudiantes y profesores de la Universidad de Manizales en una marcha por la carrera 22 hasta la Plaza de Bolívar. Protestamos con flores por el atentado cometido el 30 de enero de 2002 contra Orlando Sierra Hernández, subdirector de La Patria, quien recibió dos disparos por orden del presidente de la Asamblea Departamental de Caldas, el diputado del Partido Liberal, Ferney Tapasco González.

Orlando murió pero vive en sus textos. Hoy, en vísperas de elecciones, vale la pena releer sus columnas de “Punto de encuentro” porque sus reflexiones encajan en nuestro presente. A continuación algunos ejemplos:

El 11 de enero de 1998 escribió “El hermano del alcalde”. Reemplacé “hermano” por “primo” y con ese ajuste transcribo fragmentos: “El primo del alcalde es parecido al alcalde. Se llama Santiago Osorio. Fue pieza clave para el triunfo a la Alcaldía pero anda obnubilado con el poder. Como se dice popularmente, «se le abrieron las agallas». Quiere ser congresista. No puede ser malo el nepotismo de la Familia Yepes y que esa misma práctica sea bien vista en el alcalde y su primo. Y será nepotismo pues los votos los va a buscar en Manizales, entre los electores que conoce, con la gente que votó por su primo. ¿No habrá acaso algunos funcionarios del municipio interesados en ayudarle? ¿Será que de verdad el alcalde se queda «quieto en primera» y no le presta ayuda al primo en trance electoral? Cambiar el nepotismo de unos por el de otros no es cosa que sirva a la ciudad y el departamento. Sería, al decir de los campesinos, tener «el mismo perro con distinta guasca»”.

Sobre el actual candidato liberal Octavio Cardona esto escribió Orlando en la columna “Esos hacedores de mandados”, del 1 de octubre de 2000: “José Octavio Cardona León es igual. Un mandadero con título de abogado y cargo público. Adriana Franco, quien es algo así como la pajiza de la arbitrariedad, es su jefa. Atravesada jefa a la que no ha tenido el valor aún de decirle un no. ¿Personero de Manizales? Falso. Personero del barquismo. Él nunca ha trabajado como defensor de los ciudadanos, sino de los intereses de su jefa y su partido”.

En esa misma columna Orlando se refiere a la tía de la candidata Juana Carolina Londoño: “en la oficina de la Subcontralora Cristina Jaramillo despachaba Ferney Tapasco, apropiándose de un despacho oficial quien era un particular”.

Siguiendo con la lista conservadora, Jorge Hernán Yepes aparece en “Lazos familiares”, una columna de 1995 en la que Orlando enumera la burocracia que ocupan los muchos Yepes, y repite figuración en “El rally publicitario”, del 10 de noviembre de 1996: “No es la primera vez que alguno de los Yepes se ve involucrado en actos atentatorios contra el patrimonio público. ¿En cuántos escándalos se ha visto involucrada Lucelia Yepes? ¿Acaso por un contrato irregular con su hermano Jorge Hernán no está detenido el ex gerente del Hospital de Caldas, Gonzalo Medina?”

El 15 de marzo de 1998 Orlando publicó “Los votos que la gente emite”, en donde explica que hay cinco clases de votos: amarrados, comprados, de partido, de protesta y de opinión. “El voto protesta es un voto en contra de alguien, que se canaliza necesariamente en otro. La confusión de este voto y el de opinión es frecuente, cuando son el agua y el aceite. Si el primero es «anti», el segundo es «pro». Este último se identifica claramente con alguien por coincidencias o actitudes, lo cual le acarrea simpatías y electores. Entender la diferencia es la clave para que en el futuro no haya tantas ambiciones desmedidas, tanto sueño insulso”.

En “¿qué autoridad moral tiene, señor presidente”, del 18 de febrero de 1996, escribió: “¿Qué persona adinerada, o grupo económico o aún capo del narcotráfico, es tan desprendido como para aportar a una campaña sin esperar contraprestación alguna?”. La pregunta por quiénes financian las campañas y de dónde sale tanta plata sigue siendo clave para entender quiénes son los verdaderos dueños del poder.

Orlando siempre anunció por quién votaría y acostumbró hacerlo contra la Coalición Yepobarquista. La coalición desapareció por sustracción de materia, pero la corrupción sigue viral. “La política —decía Raymond Aron — es el arte de elegir entre lo preferible y lo detestable”, escribió Orlando el 3 de abril de 1994. Esa referencia también es válida hoy