Adriana Osorio
NEGOCIOS|LA PATRIA
Atreverse a trabajar en Responsabilidad Social es la invitación que hacen expertos a las pequeñas y medianas empresas del país.
El primer paso, según la profesional Viviana Cano, es conocer el negocio para determinar dónde está y cuál es el impacto real que lo hace irresponsable con sus grupos de interés. Este es el inicio para contar con un programa realmente dirigido a la gestión de la sostenibilidad, y no tener en cuenta solamente acciones para mostrar que se está a favor de la comunidad.
Cano, quien dictó un conversatorio el miércoles pasado en Fenalco Caldas, sostiene que este es un tema que están adoptando las empresas en todo el mundo, por lo cual se deben tener planes sostenibles a largo plazo.
Lo primero que aclara es que la sostenibilidad es el equilibrio entre los aspectos económico, social y ambiental de las organizaciones, pues "la primera misión de una empresa es generar riqueza, pero pensando en lo social, en los grupos de interés, que es la gente que permite que el negocio sea sostenible. El otro punto es gestionando el impacto ambiental.
En diálogo con NEGOCIOS explicó la importancia de dicha gestión, como herramienta para ser competitivos.
La competitividad tradicionalmente tiene que ver con mejorar estándares de calidad, reducir costos para tener mejores precios y hacer manejo de inventarios para ser más óptimos, pero estos se pierden con rapidez, pues los demás los empiezan a implementar. Son solo un estándar, y quien no los tiene no puede estar en el mercado. La la sostenibilidad es tomar el negocio con una mirada más integral, en la que se identifican cuál es el impacto que el negocio tiene sobre sus grupos de interés, en los que se incluyen clientes, empleados, contratistas, proveedores, dueños e inversionistas.
Tiene que hacerse desde un ejercicio sincero, porque también se aprovecha como marca, imagen o moda, para decir que se es responsable, pero muchas veces no tienen que ver con los impactos reales del negocio. Por ejemplo, financian actividades culturales, hacen la fiesta para los niños, atienden la fiesta de las mujeres, pero no se fijan en cuál es el impacto real de estas actividades. Pueden por ejemplo afectar las aguas, ser contaminantes o tener discriminación laboral o explotación de trabajo. Muchas veces por ocultar algún hecho oscuro o poco ético.
La Responsabilidad Social es, primero, un reconocimiento interno de cómo estamos haciendo las cosas. Qué hacemos con los proveedores, si hay políticas de pago adecuado; qué se hace con los empleados, si por lo menos se cumple los mínimos de ley; qué hacemos con accionistas, si se está manejando en los términos acordados.
La gestión de la sostenibilidad es dinámica, permanente, permite crear mucho y hacer mucha innovación. Existe la metodología Global Report Initiative (GRI), que busca elaborar informes equilibrados del desempeño en sostenibilidad, pero esto depende también de la transparencia de cada empresa. Para las pymes la invitación es a pensar en la sostenibilidad como el camino para mantenerse a largo plazo.
En Colombia tenemos muchos retos. Las empresas que ya tienen Responsabilidad Social deben evolucionar, hacerla más integral. Para los que no la tienen, deben considerar este enfoque porque les va a dar competitividad. El estado tiene responsabilidad de ayudarles a las pymes en este proceso, pues representan un porcentaje muy alto de la economía. No se puede pensar en que habrá mayores costos, sino priorizar los planes.
Viviana Cano Chica es socióloga de la Universidad de Antioquia, con maestría en Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación en la misma institución. Actualmente trabaja en la empresa Une, en el área de Responsabilidad Social Empresarial.
Cumplir la legislación del cuidado ambiental, disminuir el consumo de recursos y dar respuesta a mercados que exigen productos con atributos ambientales son los retos de las empresas en sostenibilidad ambiental.
La explicación la dio José Jaime Restrepo, líder de gestión ambiental en Une, quien también dictó una conferencia el miércoles pasado en Fenalco Caldas.
Dice que aunque las leyes de sostenibilidad ambiental se desarrollaron en 1991, aún la mayoría de empresas están en los años 70, pues no cumplen lo requerido.
Porque les da varios elementos prácticos como herramientas para las pymes, con el fin de que vean viabilidad en sus operaciones y su ejercicio, mediante el uso eficiente de recursos o como reputación y valor de marca.
A los empresarios y comerciantes les quisimos mostrar un modelo que asumió Une desde la sostenibilidad ambiental. El fin es que haya cumplimiento legal proactivo, uso eficiente de recursos, transparencia sobre lo que se está haciendo y ecoinnovación, con nuevos nichos de mercado. Los clientes pagan más por productos con factores verdes.
Hicimos una radiografía y vemos que muchos vamos en los años 70 porque estamos llevados más a esperar sanciones, que a tomar acciones antes de la sanción. Es importante que se entienda que hay oportunidades para tener beneficios y las pyme tienen que atreverse, porque sí se puede avanzar en sostenibilidad ambiental.
José Jaime Restrepo es ingeniero ambiental, especialista en formulación de proyectos y tiene 20 años de trabajo en planes públicos y privados de sostenibilidad ambiental.
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