
RICHARD AGUIRRE
NEGOCIOS | LA PATRIA
Entre bielas, ruedas y piñones en Manizales, el pelotón comercial llega a la meta de alta montaña en la ciudad.
Por lo menos así lo evidencian las cifras que entrega la Cámara de Comercio de Manizales. En los últimos tres años, entre el 2012 y marzo del 2015, 43 establecimientos comerciales dedicados a la venta de bicicletas, accesorios y artículos especializados ruedan en los registros de la entidad.
Si quiere comprar bici, de acuerdo con las tiendas consultadas, debe alistar entre $150 mil y $350 mil para una de gama media, y entre $1 millón y $18 millones para una de gama alta o profesional.
Santiago estudia en la U. de Caldas y lleva tres meses usando ciclara para ir a clase. "Es una vía de escape al tráfico que se genera en la ciudad", comenta. Simón, empleado de Confa, ya lleva un año y medio llegando en bici al trabajo. "Ahora se ven más compañeros en bici que cuando empecé a trabajar. Es muy positivo", dice.
Para ambos es importante que al rodar por la ciudad encontrar más tiendas especializadas en bicicletas, y lógicamente, talleres de barrio. "Uno nunca sabe dónde se va a pinchar". Aclaran que las reparaciones oscilan entre mil y $2 mil.
El ciclista profesional James Jaramillo asegura que la tendencia de crecimiento comercial de la bici se debe a que hay más afición y cultura de este transporte en Manizales. "Me satisface que cada día veo más gente arriba de una bici. Niños, jóvenes y hasta abuelos".
De acuerdo con Leonardo Gamba, líder del colectivo Vamos en Bici, la ciudad va por buen camino con la mesa interinstitucional de la bicicleta. Agrega que la cultura y la unión de los gremios es vital.

Foto | Confa | LA PATRIA Este es el parqueadero para bicicletas en Confa. 18 empleados asisten constantemente en bici al trabajo.
Más tiendas
Sebastián Estrada, propietario de la tienda Scott Manizales y expracticante de down hill profesional, califica esta tendencia como excelente. Para él, es una muestra de que en Manizales cada vez hay más cultura ciclística, y explica que aunque mantenerse en el negocio es complejo, hay que apostarle a la calidad y el servicio al cliente para enfrentar la competencia. "Es duro crear este tipo de comercio, porque ya hay mucha competencia y el fenómeno en la ciudad es reciente", asegura.
Andrés Ochoa es administrador de Ciclo Bikes y para él es gratificante ver cada día a más manizaleños encima de "la burra" para ir al trabajo o a hacer sus diligencias. "La oferta creció en la ciudad, pero más allá del negocio lo más importante es la cultura, la protección y la formación para no embarrarla en la vía", aconseja.
Ambos están de acuerdo en que ahora no solo se venden ciclas, llantas o parches, sino que los negocios ya venden más artículos como guantes, cascos, carimañolas, luces, vestimenta y demás accesorios. "En ese sentido la competencia y la oferta es más variada y los precios rebajan según el almacén", sostiene Andrés.
De acuerdo con las tiendas consultadas la variable de ventas no es constante, pero en promedio venden entre una y tres bicicletas por semana.
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