NEGOCIOS|LA PATRIA
Una red de apoyo, asesoría e impulso a los negocios en la que realmente estén articulados los micro y pequeños empresarios. Este es el fin del proceso que realiza la Cámara de Comercio con el apoyo de la Confederación de Asociaciones Comerciales y Empresarias de Brasil, que escogió a Manizales y tres ciudades más para implementar su plan piloto de conformación de núcleos y redes sectoriales. Aline Fogolin, encargada de Cooperación Internacional en la institución brasilera y coordinadora del plan, estuvo en la capital caldense y habló con NEGOCIOS sobre la ventajas de Caldas para el desarrollo del proyecto.
¿Cuál es la trayectoria de la metología?
En Brasil las asociaciones representan el 98 % de las pequeñas empresas y están formadas por voluntarios, por lo que hay que tener muchas herramientas y opciones para que este socio no se vaya y permanezca en la institución.
En 1991 recibimos una metodología de Alemania, que llevamos a la parte sur de Brasil, en el departamento de Santa Catalina. Está basada en la formación de grupos de empresas de un mismo segmento, llamado núcleo sectorial, y trabaja conjuntamente con la Cámara de Comercio.
Después de implementar este proceso en Brasil hicimos un convenio que sigue hasta hoy con el Sebrae, el servicio de apoyo a emprendedores, e implementamos la metodología en los 27 departamentos, aunque somos conscientes de que en unas regiones va mejor que en otras.
¿Por qué escogieron Colombia?
En el 2007, luego de ganar un premio internacional por ser los mejores proyectos de apoyo a las Pymes, empezó el proceso de internacionalización y por suerte Colombia estaba siempre en nuestros planes, porque aunque tengamos acuerdos fronterizos, además de características similares, es un país muy acogedor, la gente es muy cálida, las instituciones son muy serias. Llegamos a Colombia luego de una evaluación de los países que podrían estar en el proyecto.
En el 2008 tuvimos un proyecto piloto en Cauca con la Cámara de Comercio de Popayán, una experiencia excelente, pero se terminaron los convenios y hubo problemas formales. En el 2011 retomamos el plan, pero en convenio con Confecámaras, que es nuestra aliada, y tuvimos una nueva evaluación para determinar cuáles serían las cámaras del plan piloto. Elegimos cuatro: Manizales, Pasto, Tunja y San Andrés, por sus fortalezas profesionales, por logística y por el potencial para la formación de los núcleos sectoriales. Esa evaluación en Manizales se hizo en junio pasado.
Hablan de alianzas en vez de competencia. ¿Cómo hacer que esto lleve a resultados positivos para las empresas?
Los empresarios en consenso dicen que es una nueva propuesta. Dos dijeron que se sienten escuchados porque hay muchos proyectos, pero nuestra metodología es trabajar con los pequeños, con mecanismos en los que todos tienen voz. Este es un componente fundamental, no se trata de competencias, sino de alianzas.
En Manizales está la sinergia para conformar núcleos empresariales, hay mucha unión entre las instituciones gubernamentales y privadas, y con los gremios. Cuando formamos tres núcleos de un mismo sector tenemos una cadena, y por eso hablamos de redes empresariales de negocios. El objetivo final es la generación de negocios, porque el empresario no hace nada si gana mucha capacitación y al final no hay lucro en su bolsillo. Queremos que esté preparado, que se capacite, pero también que tenga oportunidades de generar negocio. Ese es el proceso y esperamos que a fin año o principios del próximo ya haya intercambios.
¿Cuál es la metodología ?
Acercamiento al empresario. Existe un facilitador, que en el caso de Manizales es Natalia Valencia. Es un centro de socialización común. Reciben capacitación, se hacen planeamientos participativos. Todos pueden escribir, todos se escuchan, se miran y estamos construyendo de acuerdo con las solicitudes del empresario. La búsqueda de soluciones se hace entre las mismas personas del grupo.
¿Qué hace falta en Manizales ?
Está en un camino muy bueno, vamos en la formación de núcleos y nos reunimos con empresas que conforman el comité gestor, el cual apoyará al núcleo que se vaya formando. Un ejemplo: el núcleo necesita consulta en diseño de modas, entonces si en el proyecto está la Universidad Autónoma, puede apoyar esto. Tenemos muchas instituciones de apoyo técnico para atender las necesidades. Pueden participar las que quieran. El núcleo se conforma con mínimo cinco empresas y máximo 20, que tendrá un reconocimiento como, por ejemplo, el grupo sectorial de confección de la Cámara de Comercio. Esta sinergia genera negocios y respuestas que necesitamos. En cuanto a problemas, tenemos situaciones similares, por lo menos en lo que he visto de confección. Lo que se debe aprovechar es que en Colombia son más articuladas las entidades y hay una visión de más apertura, de exportar, porque en Brasil, como es tan grande, el empresario piensa en expandirse solo en el país. Con esta visión en Colombia es más fácil ese camino.
¿Por qué eligieron esas cuatro ciudades para el plan piloto?
Por logística, primero, pues hay que hacer varios viajes y trámites. Además por el potencial, por la participación efectiva de las cámaras, que son 57. Pretendemos llegar a todas, pero para hacer un plan efectivo hay que empezar por un programa piloto.
El dato
En Colombia son más de 600 empresas las que se crean cada día, de acuerdo con los informes entregados por Confecámaras.
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