COLPRENSA|LA PATRIA
Cuando Wilson Cortés, un ingeniero, llegó al banco quedó perplejo al ser informado de que el crédito de libranza que pensó tomar en mayo pasado estaba más caro. La tasa de interés que averiguó en junio era 1,01 % y ahora le subió a 1,18% (mes vencido).
Por eso, Wilson no sabe si descartar ese préstamo, ya que no quiere endeudarse demasiado. En esta misma indecisión están hoy miles de colombianos debido a que lentamente el interés bancario ha comenzado a reaccionar al alza, tras un período de tasas más cómodas, en especial para créditos de consumo y vivienda.
El acelerador lo pisó el Banco de la República este año al elevar su tasa de referencia al 4,25%, cuyo efecto se irriga luego a las demás tasas del mercado.
¿Por qué suben? Una de las razones es que la inflación comenzó de nuevo a cabalgar: En lo corrido del 2014 va en 2,73% cuando el año pasado en igual periodo estaba en 1,77%.
Por ese comportamiento, hasta los más escépticos proyectan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) rondará el 3,25% al finalizar el 2014, aunque la meta fijada por Emisor oscila entre 2 % y 4 %. Eso implicará un encarecimiento de casi toda la canasta familiar, por lo que las alertas están encendidas.
Otro argumento tras el alza en las tasas es que los colombianos se están endeudando rápido, según lo revelan las últimas cifras de la Superintendencia Financiera: la cartera de préstamos de consumo saltó de $60,7 billones en enero del 2012 a $82,2 billones en mayo del 2014.
Lo anterior significa que en los últimos 30 meses el gasto con dinero plástico se incrementó en $22 billones debido a las mayores compras de electrodomésticos, tecnología, tiquetes aéreos, planes de viajes y vestuario.
Esa velocidad en la demanda de bienes y servicios —cuyo crecimiento anual es del 9%— más la amenaza inflacionaria fue lo que llevó al Banco de la República a elevar sus tasas, anota Daniel Velandia, economista jefe de la firma Credicorp Capital.
“El Emisor no busca por esa vía enfriar el crecimiento económico ni el consumo, sino moderar el endeudamiento de hogares y empresas debido a la mayor liquidez (dinero circulante), evitando que haya más inflación y un eventual recalentamiento de la economía”, explicó.
Aunque todavía es prematuro señalar hasta qué punto podrían subir las tasas de interés este año, lo cierto es que su ajuste está en marcha.
Hoy, la tasa promedio para una tarjeta de crédito (según datos de la Superfinanciera) está en 28,8 % efectiva anual, pero hay bancos que ya la fijaron en 29 %, que es la tasa de usura certificada oficialmente hasta septiembre próximo.
Pese a lo anterior, aún se consiguen tasas un poco más bajas —hasta del 25 %— como la del Banco Agrario.
Otro ejemplo de las reacciones al alza, es la tasa de captación DTF que se aplica para los Certificados de Depósito a Término (CDT), que subió al 4,07 %, tras venir de niveles del 3,7 %.
Pese a los últimos movimientos, para el consultor y analista Mauricio Cabrera, “las tasas aún están en niveles moderados, pero es poco probable que vuelvan a bajar. Estamos hablando de subidas de entre un 1% y el 1,5% que no son muy exorbitantes”.
Asimismo, todo indica que el incremento en los intereses podría tocar los créditos hipotecarios, de los cuales se han beneficiado miles de familias con el subsidio en tasas otorgado por el Gobierno.
Al respecto, Cabrera señala que muchos préstamos no se afectarían porque fueron contratados a tasas fijas. Asimismo, los precios de la vivienda están creciendo mucho más que la inflación, lo cual ha favorecido a los usuarios.
Aún así, el economista Julio Escobar recalca que “la gente debe moderar su endeudamiento, ya que el dinero es costoso, y cualquier desborde podría disparar la inflación, que es el peor impuesto para cualquier economía”.
Velandia asegura por su parte, que todavía hay espacio para un ajuste en las tasas, que incluso las podrían llevar al 4,5% o 5% hacia finales del 2014, o inicios del 2015.
En eso está en desacuerdo el analista Eduardo Sarmiento, de la Escuela Colombiana de Ingeniería, al señalar que “si bien la gente no debe sobreendeudarse, ajustes adicionales afectarán duramente la dinámica del crédito”.
Por eso a la hora de embarcarse en una deuda, tenga en cuenta que la temporada de tasas de interés livianas y créditos rápidos está llegando a su fin.
De acuerdo con el analista Mauricio Cabrera, el alza en las tasas de interés afecta a sectores claves como el textil, el azucarero o el palmicultor.
Todo porque son sectores exportadores con altas deudas y los precios de sus productos han bajado por los efectos de la revaluación del peso.
Este tipo de carga, dice el consultor, es muy complicada para estos sectores. De acuerdo con registros de la Superfinanciera, hoy la cartera bruta comercial está en $180,4 billones y la vencida, o en mora, en $4,12 billones.
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