
Gloria Luz Ángel | LA PATRIA | Bogotá
“Los periódicos son finas hojas de gelatina que se imprimen, a lo largo de la noche, sobre el cerebro y el corazón del mundo”.
Virgina Woolf (Estudios culturales y Comunicación, página 190).
Esta frase da a entender cómo la comunicación puede afectar a los seres humanos y la responsabilidad que tenemos los comunicadores a la hora de transmitir mensajes a través de cualquiera de los medios que la tecnología proporciona en la actualidad, ya sean los tradicionales o las redes sociales.
El libro Comunicarnos sin daño: una perspectiva psicosocial “es una forma de sanar heridas, zanjar divisiones, propiciar la reconciliación y mejorar la salud mental de quienes han vivido de forma directa o indirecta en medio de múltiples violencias.”
Lo publicaron la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la organización no gubernamental estadounidense ACDI-VOCA, dentro del Programa de alianzas para la Reconciliación (PAR), se presentó el pasado martes en el auditorio Alfonso Quintana S.J. de la Javeriana de Bogotá.
Este proyecto tiene una confluencia multidisciplinaria. El texto definitivo se hizo luego de consultar con periodistas y profesionales de otras disciplinas como psiquiatría, ciencia política, filosofía, sociología y antropología. También al tratar con periodistas y un grupo de comunicadores regionales que realizaron un Diplomado de Bioética para la paz, la reconciliación y el fomento de la memoria colectiva, organizado por la Javeriana en convenio con USAID y ACDI-VOCA.
Cómo comunicar
La manera cómo se comunica influye en el estado de ánimo del ser humano. Es diferente cuando en una noticia se presenta solo el aspecto negativo y no se tiene en cuenta el contexto, que cuando se hace de una forma un poco más positiva consultando a varias fuentes, respetando el concepto de cada una, tratando la información con “responsabilidad y rigurosidad” y dando “claridad y coherencia en el mensaje”, evitando la “generalización”.
Los términos que se usan en la comunicación pueden llegar a estigmatizar a las personas involucradas en la noticia a quienes se deben dignificar, lo que implica “… dar importancia a sus voces, verdades y reivindicaciones; así como aportar al esclarecimiento de las verdades que ellas buscan y a la garantía plena de los derechos que les fueron o les siguen siendo negados y violentados. No se trata de alentar el odio y la venganza, sino de reflexionar sobre la sociedad que queremos y las capacidades y herramientas con las que contamos para construirla.”
Sobre la dignificación de personas y poblaciones violentadas, otros recomendaciones que se dan para producir y transmitir contenidos comunicativos para la reconciliación son: sobre la aproximación a las fuentes; otras formas de ver a los victimarios; el esclarecimiento de la verdad y la reconstrucción de múltiple memorias; la necesidad del contexto; sobre los niños, niñas y adolescentes como protagonistas y receptores de la información; los lugares de memoria comunitarios y sus narrativas; la vida más allá de la guerra; el uso del lenguaje y la transmisión de contenidos, y la denuncia y la vigilancia.
Generar reflexión
Este no es solo un documento para tener en cuenta en la manera de comunicarse en el momento que vive el país con la reconciliación y el anhelo de paz de los colombianos, sino en todo momento, en la cotidianidad cuando se transmita algo a alguien. No se trata de ser impulsivos, sino de reflexionar de qué manera nos vamos a comunicar.
A modo de conclusión, los autores de este libro dicen: “En este documento hemos planteado una serie de reflexiones para afianzar las capacidades comunicativas para la reconciliación y la promoción de la salud mental con un enfoque psicosocial, diferencial y de acción sin daño.”
Como una guía para que en el ejercicio de la comunicación haya “nuevos significados y herramientas para potenciar la construcción de paz en el país, lo cual solo es posible si la comunicación sin daño se asume como una práctica cotidiana y una responsabilidad común.”
El documento se divide en tres partes:
* Primera: Reflexiones sobre comunicación, reconciliación y salud mental.
* Segunda: Principios orientadores de acción sin daño, enfoque psicosocial y enfoque diferencial.
* Tercera: Recomendaciones a manera de una reflexión, previa a la producción de contenidos comunicativos.
E libro se puede descargar gratis en http://medicina.javeriana.edu.co/documents/3185897/0/protocolo_FINALweb.pdf/1886f3a3-7e2c-4c83-b300-0aab691de2a9

Asistentes firmaron el compromiso de acoger las recomendaciones del libro Comunicarnos sin daño, presentado en la Universidad Javeriana de Bogotá.

Carlos Gómez Restrepo y la periodista Olga Behar durante el conversatorio en la presentación del libro Comunicarnos sin daño.
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