EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
La Policía se convirtió en las últimas semanas en blanco de la banda criminal Clan del Golfo, y de otros grupos armados, que intensificó los asesinatos selectivos de miembros de la institución en la peor ola de violencia de los últimos cinco años.
Ayer una patrullera murió y otros cinco agentes resultaron heridos en una operación contra el narcotráfico en la vereda Guarigua, en el municipio de San Pablo Bolívar, y ya son 36 los agentes de esa institución asesinados en lo que va de año en el país.
Los hechos se produjeron en el departamento de Bolívar en donde hay presencia del Eln y del Clan del Golfo, precisamente los asesinatos de esa última banda criminal mediante el llamado "plan pistola" comenzaron en mayo, en respuesta a la extradición a Estados Unidos de su máximo jefe, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.
En lo que va de año, el Clan del Golfo ha arrebatado la vida a "25 policías, 18 de ellos en cumplimiento de su servicio y 7 en condición de descanso, ya sea en su casa o en un lugar diferente", según el balance ofrecido esta semana por la Policía. Solo en julio han sido asesinados 12 uniformados, sobre todo en Antioquia y Córdoba.
La muerte de la patrullera en Bolívar se produce un día después del asesinato a manos de un francotirador del patrullero James Antonio Morales en la población de Tibú, que forma parte de la región del Catatumbo.
El martes también resultaron heridos al menos dos policías en un atentado con un carro bomba contra la estación de Policía de la población de La Mata, en el departamento del Cesar.
Presiones al Gobierno
Según el ministro de Defensa, Diego Molano, con esta ola de ataques, el Clan del Golfo busca "posicionarse políticamente" para una eventual negociación con el gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, que asumirá el próximo 7 de agosto como el primer mandatario de izquierda del país.
Precisamente el ministro de Relaciones Exteriores designado por Petro, Álvaro Leyva, abordó ayer la propuesta de "paz total", asegurando que es posible lograrla, a pesar de que es "un reto enorme".
"Vamos a demostrarle al mundo que sí hay manera de plasmar una paz total", dijo Leyva en una cumbre humanitaria con organizaciones sociales de todo el país, organismos de la ONU y congresistas.
La "paz total", según el designado ministro, "es la paz con las regiones, con la geografía, con los vecinos", pero también atacar las raíces de la guerra, como son la pobreza, la desigualdad, el hambre o el narcotráfico.
Por ello, es consciente de que "es un reto enorme porque la paz total va más allá de nuestras fronteras", como lo aseguró durante la cumbre humanitaria celebrada ayer en Bogotá con dos centenares de líderes y a la que debería haber asistido Petro, pero que se ausentó por indisposición médica.
El próximo encargado de la diplomacia colombiana ahondó sobre una de las primeras acciones que quiere emprender Petro que son las negociaciones de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), asegurando que van a retomar lo ya construido en años anteriores en La Habana y que están dinamitadas por desacuerdos con el actual Ejecutivo.
Dos detenidos
El director de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) de la Policía Nacional, el general Fernando Murillo, informó que fueron detenidos "dos delincuentes y más de un kilo de estupefacientes".
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