COLPRENSA | LA PATRIA | PEREIRA
Sara María Galeano Trejos natural de Quinchía (Risaralda) será la segunda colombiana en ser repatriada de China, donde fue sentenciada por el delito de narcotráfico; su grave estado de salud y el padecimiento de una enfermedad terminal es el motivo.
“Me siento con el corazón hinchado” es la expresión que utiliza Diana Galeano, para describir la felicidad que la invade, al conocer que su hermana Sara María Galeano Trejos, quien purga una condena de cadena perpetua en la República Popular China, por tráfico de estupefacientes, será la segunda colombiana en ser repatriada al país.
Los sentimientos hoy son encontrados para sus nueve hermanos y su madre quien padece quebrantos de salud. Aunque durante los últimos seis años habían estado esperando la buena nueva, lo cierto es que la razón por la cual será devuelta a Colombia Sara María, quien es miembro de la comunidad Lgtbi, es que sufre una enfermedad terminal que en varias oportunidades la ha tenido al borde la muerte.
El Ministerio de Justicia confirmó que esta risaraldense será repatriada en los próximos dos meses por razones humanitarias, sin embargo, deberá pagar 18 años de prisión en Colombia, después de realizar la conmutación de la pena, de acuerdo a la que le fue impuesta en China.
Su historia
Por motivos que desconoce su propia familia, el 25 de agosto del 2009 Galeano Trejos hoy con 37 años, decidió viajar desde el barrio Panorama de Cuba, donde era reconocida y exitosa estilista, a China sin comentar de su rumbo ni siquiera a sus hermanos; en su maleta había algo más que su ropa, en su interior iba oculto, el motivo que la llevaría a perder su libertad.
Pasaron siete meses para que su familia conociera de su paradero, Sara María, tras las frías y grises paredes de la prisión de Dongguan, provincia de Guangdong, tuvo que confesar a su hermana Diana las consecuencias que le había acarreado su accionar.
“La última vez que nos dimos cuenta de ella fue cuando la despachamos en el Aeropuerto, siete meses después llamó a las 3:00 de la madrugada y me dijo hola hermana y yo le dije: 'Mi Sara hermosa que alegría me da escucharla', ella respondió: 'más alegría me da a mí, pero me da también tristeza porque estoy muy lejos'. Su hermana le preguntó: '¿dónde está?'”.
Y le respondió: “Estoy en una cárcel en China”.
En medio de la tristeza su hermana le respondió: “Sarita, cuando uno comete errores los debe afrontar, afróntelos de la mejor manera, sé que es duro, pero es lo único que le puedo decir”.
Aunque esta noticia había impactado con tristeza el hogar de Sara María, en especial el corazón de su madre, tres años después mientras que todos oraban por un milagro de liberación, Diana conoció que la peor situación que enfrentaba su hermana no era la pérdida de su libertad, sino una grave enfermedad que poco a poco y en los últimos años ha venido carcomiendo su energía, sus ganas de salir adelante y hasta sus mismas esperanzas.
En medio de la pesadilla que vive lejos de casa y en la que tuvo que asumir la muerte de su papá hace cuatro años, hoy una luz parece devolverle algo de forma a la sonrisa de Sara María, su posible regreso para el mes de abril, hoy representa esperanza para otras 56 familias colombianas que como la de Galeano, enfrentan la misma situación.
Algunas de ellas oran no solo por uno, sino por varios de sus seres queridos detenidos, unos incluso condenados a muerte.
Se conoció que el Gobierno Colombiano se comprometió a no cambiar la sentencia que el Tribunal chino profirió en contra de Galeano Trejos; además en caso de que se presente recurso de apelación contra la sentencia, será tramitada según las leyes de la República Popular China. A pesar de esto la hermana de Sara pide casa por cárcel debido a la enfermedad que padece.
Galeano sería la segunda persona en ser repatriada desde China, después de Harold Carrillo, también enfermo, quien ahora cumple su condena en Cali.
El mercedeño Guillermo Álvarez Castrillón, encarcelado en China desde el 16 de noviembre del 2010 por ingresar 4.800 gramos de cocaína, se salvó de morir. El caldense pasó de tener una sentencia de muerte a recibir cadena perpetua. El año pasado le modificaron la cadena perpetua por 18 años y seis meses de prisión.
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