Ordenan captura de cabecillas del Eln por asesinato de periodistas en 1991

Colprensa | LA PATRIA

La Fiscalía emitió órdenes de captura en contra de los jefes del Eln e integrantes del Comando Central de esa guerrilla, Nicolás Rodríguez Bautista, ‘Gabino’; Israel Ramírez Pineda, ‘Pablo Beltrán’, y Eliécer Herlinton Chamorro Acosta, ‘Antonio García’, señalados de haber ordenado el crimen los periodistas Julio Daniel Chaparro Hurtado y Jorge Enrique Torres Navas, ocurrido el 24 de abril de 1991 en Segovia (Antioquia).

La decisión de la Fiscalía, 28 años después, se da tras una investigación que, presuntamente, describe que la guerrilla asesinó a los reporteros a quienes acusó de ser integrantes de inteligencia militar.

Estas boletas de captura se unen a las circulares rojas emitidas por la Interpol y que fueron expedidas tras el rompimiento de los diálogos que la guerrilla del ELN sostenía con el Gobierno Nacional y que se cayeron tras el atentado en la Escuela General Santander.

Chaparro Hurtado y Torres Navas para ese entonces prestaban sus servicios para el diario El Espectador y estaban en la zona para recopilar información sobre la violencia en la zona. El reporte de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz señala que los cuerpos fueron dejados a la deriva y que solo hasta las 10:30 de la noche un policía hizo el acta de levantamiento y que el caso fue asumido por una jueza de instrucción criminal.

“A raíz del doble asesinato, el entonces presidente César Gaviria hizo pública una declaración comprometiéndose a una ‘investigación completa y pronta para detener, juzgar y condenar a los culpables de esta agresión contra la libertad de prensa’”, agrega el reporte de la Comisión.

Para la Fiscalía, “el actuar de los milicianos del ELN, que hicieron efectivo la muerte violenta de Chaparro y Torres, no fue una decisión aislada, sino que correspondió a órdenes impartidas por sus superiores en la agrupación armada ilegal”. Esto es contra los antes mencionados.

A finales del año pasado el doble homicidio fue catalogado como crimen de guerra tras considerar que las víctimas mortales eran civiles que no participan en el conflicto interno del país.