
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
Ante el debate que abrió la instrucción del presidente Juan Manuel Santos sobre enviar a sus negociadores a Cuba a discutir el cese bilateral del fuego, el ministro Consejero para el postconflicto, Derechos Humanos y Seguridad, general (r) Óscar Naranjo, explicó en qué consistirá el desescalamiento del conflicto armado.
Naranjo aseguró que mientras se llega al cese bilateral el Gobierno mantendrá la ofensiva militar, puesto que “no hay una orden expresa de suspensión de los bombardeos".
El general explicó que en la mesa de negociación las partes se comprometerán con medidas que humanicen la guerra como el desminado, la búsqueda de desaparecidos y el fin del reclutamiento de niños.
El desescalamiento será analizado por oficiales del más alto rango en las Fuerzas Militares y de Policía mientras que los temas restantes en la agenda, serán discutidos de forma simultánea.
Por ahora, el ministro desestimó que la tregua bilateral se dé antes de la firma de la paz, y que los acuerdos a los que se llegue con las Farc, vayan a abrir la puerta a la impunidad en cuanto a los delitos relacionados con el narcotráfico.
Con esta respuesta el Gobierno deja en claro a las Farc que no cederá ante las constantes advertencias de la subversión sobre el riesgo de romper el cese al fuego unilateral si no paran las operaciones militares.
Este tema lo abordarán las partes el próximo domingo cuando se realizará una reunión privada previa al inicio del ciclo 32 de los diálogos, previsto para este 26 de enero.
Opiniones
Tras el anuncio del presidente de la República, Juan Manuel Santos, de dar instrucciones a la delegación negociadora del Gobierno que está en La Habana (Cuba), para que discuta con la guerrilla de las Farc la posibilidad de un cese bilateral del fuego, se consultó a expertos en materia de seguridad y paz sobre el tema. Todos tienen posturas diferentes.
Por su parte, el investigador y analista político de la Universidad Javeriana Fernando Giraldo, aseguró tener la impresión de que las partes en negociación lo toman como un juego. “Yo no sé si es un juego calculado en que el uno le sigue la corriente al otro o si las cosas resultan así, el caso es que parece que la guerrilla, mantiene una postura de forcejeo y de presión sobre el Gobierno como para mantenerse en vigencia y conservar cierta capacidad de negociación”.
A su turno, Ariel Ávila, coordinador del Observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, aseguró que aparte de ser lógico ese anuncio, el presidente de la República lo hizo con el objetivo de que el pueblo colombiano se vaya preparando para la última recta del proceso de paz, que aunque es la final, asegura, es la más compleja.
La Iglesia, en cabeza del presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro, mostró su apoyo a la iniciativa, pero solo si esta tregua de las partes se da después de la firma del acuerdo final.
“Ojalá se llegue a un cese al fuego bilateral, no algo de 15 días, sino cuando el acuerdo de paz sea real y seguro”, dijo monseñor al señalar que ordenar el cese antes de la firma de un acuerdo de paz definitivo podría generar "complicaciones en los frentes de guerra". “Es complicado que haya un cese con unos sí y otros no”, indicó.
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