
Colprensa | LA PATRIA | Tunja
Las cuatro víctimas mortales (entre ellas un niño de 11 meses) que dejó el atentado explosivo contra el esmeraldero Pedro Nel Rincón Castillo, conocido como ‘Pedro Orejas’, ocurrido el pasado sábado en el municipio de Pauna, aumentan el saldo de muertos que deja la violencia en la región minera del occidente de Boyacá, pese al pacto de paz firmado hace 23 años.
Para muchos, en la zona minera del departamento no ha habido paz, pese a los acuerdos firmados por los mal llamados ‘líderes de occidente’, que en realidad son los propietarios de las explotaciones de esmeraldas, algunos de los cuales son o han sido investigados por diferentes delitos.
Ni al fallecido Víctor Carranza, a quien llamaban ‘Zar de las Esmeraldas’, ni a Rincón, objetivo del reciente atentado en Pauna, les pudo probar la justicia su participación en actos criminales, como los nexos con los grupos de ‘paras’ que apuntaban a Carranza, o los asesinatos, desaparición forzada, narcotráfico y tráfico de armas, de los que ha sido señalado el esmeraldero que sobrevivió al ‘bombazo’. Él ahora acusa a distintos paisanos suyos de ser los ‘malos’ de la zona, pues dice con sus acciones criminales están poniendo en riesgo el acuerdo de paz.
Sin paz
Pero durante el casi cuarto de siglo de vigencia del acuerdo, liderado entonces por Víctor Carranza, no han cesado las muertes violentas.
“Aquí realmente no hay paz”, dijo a medios radiales uno de los miembros del Comité de Paz de Occidente, al referirse a que hay mucha zozobra y temor entre los habitantes de los municipios de la zona minera (Pauna, Maripí, Otanche, San Pablo de Borbur, Quípama), pues la amenaza de violencia siempre está latente y ha explotado en hechos aislados.
La granada causó la muerte a una mujer, a un niño (nieto de Alirio Murcia, exalcalde local) y a dos hombres (uno de los cuales al parecer sería el que lanzó el artefacto). La explosión hirió a unas 15 personas más, entre ellas al hijo de Rincón Castillo. El grupo participaba en la celebración de las fiestas con motivo del aniversario del municipio.
Rincón fue atendido en el hospital de Chiquinquirá, pero de allí salió con rumbo desconocido, para continuar recuperándose de las heridas en un pie, debido a que temía ser blanco de sus enemigos si continuaba en el centro hospitalario.
El esmeraldero, quien a comienzo de este año saltó al escenario público cuando su abogado defensor, Víctor Ramírez García, fue asesinado a tiros cerca a su casa en Tunja, asegura que sabe quiénes son los agresores, e insiste en que otros empresarios atentan contra la paz, pues no se sientan a dialogar.
Hechos recientes
Cuando mataron al abogado Ramírez muchos observadores manifestaron que el hecho no podía desvincularse de la violencia en la zona de las esmeraldas, en la provincia del occidente de Boyacá. Fue este crimen el que llevó a muchos medios de prensa a desempolvar y exponer los antecedentes de Rincón en el ámbito de las investigaciones judiciales.
‘Pedro Orejas’ fue absuelto por un juez, en primera instancia, del juicio que le seguían por los delitos de homicidio y concierto para delinquir, por el asesinato a tiros de Siervo de Jesús Salazar, perpetrado por desconocidos que lo emboscaron en un paraje de la vereda Puerto Carmen, en Otanche.
Salazar, de 51 años de edad, quien había salido ileso de otro ataque, en Pauna, en febrero de 2012, fue baleado el jueves, nueve días después del crimen del abogado Ramírez, cuando se movilizaba a bordo de un camión, en compañía de cuatro personas más, dos de las cuales resultaron heridas.
Este hecho de sangre se sumó a tres más ocurridos en los últimos siete meses en el escenario del negocio de esmeraldas. El 30 de mayo del año pasado cobró la vida de Mercedes Chaparro, cercana a Víctor Carranza, a su vez socio de Henry de Jesús Sánchez, quien salió herido de un atentado que le hicieron en Bogotá el pasado 9 de octubre.
Chaparro había anunciado meses antes de su muerte, a los investigadores de la Fiscalía, que ella tenía pruebas en contra de Rincón.
Otro hecho desconcertante de violencia ocurrió a principios de noviembre de 2012, cuando en un acto sin precedentes un grupo de 25 enmascarados asaltó Las Cunas, mina de propiedad de Carranza.
Los casos de Rincón
Pedro Nel Rincón había sido judicializado por la muerte a tiros del escolta de un ex socio suyo, en hechos ocurridos en mayo de 2008 en Pauna. No obstante, un juez local lo dejó libre. Tiempo después el fiscal general de la Nación, entonces Mario Iguarán, ordenó que le arrestaran, luego de comprobar que Rincón había pagado por su libertad.
Sin embargo, a finales de 2009, el esmeraldero disfrutaba nuevamente de su libertad, gracias a otro fallo judicial, mientras que meses más tarde la que resultó condenada a prisión fue la fiscal que llevaba el caso en contra del esmeraldero. En 2010 y 2011 otros delitos le fueron endilgados a ‘Pedro Orejas’: uno por narcotráfico, otro por vínculos con ‘paras’ y otro por tráfico de armas.
Pero de todos salió limpio y reconocido públicamente como un exitoso empresario, en palabras de un juez de Tunja que llevó uno de los casos.
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