COLPRESA | LA PATRIA | IBAGUÉ
Sara Yolima Salazar, de tres años, falleció el pasado sábado a la 1:30 de la tarde en el hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, después de ser víctima de abuso sexual.
Según información oficial, la menor ingresó al centro de salud con un trauma craneoencefálico severo, heridas múltiples en pecho y espalda, también amputación de la punta del dedo anular izquierdo, levantamiento de la uña del dedo corazón de su mano derecha, un brazo partido, evidencias de haber sido abusada vaginal y analmente, al igual que, desnutrición avanzada.
Teniendo en cuenta las características de este caso, las autoridades estarían frente a un hecho similar al de Yuliana Andrea Samboní, que conmocionó al país en diciembre del 2016.
Los hechos
El viernes a las 10:30 de la mañana, Sara, habitante del sector conocido como La Palmera Joya, fue llevada al hospital Nelson Restrepo Martínez de Armero-Guayabal (Tolima) por una mujer quien manifestó ser la persona encargada de su cuidado. Según su testimonio, Sara tuvo un accidente que le provocó un golpe severo en la cabeza, por lo que necesitaba atención urgente.
Allí los médicos evidenciaron que la menor, también registraba varios golpes y moretones en distintas partes del cuerpo y no solo en la cabeza como lo dijo inicialmente la mujer. Además, sus signos vitales estaban débiles y por su grave estado la trasladaron a Ibagué.
Una vez la menor llegó al hospital Federico Lleras Acosta, los doctores además de confirmar el diagnóstico entregado por el centro hospitalario de Armero-Guayabal, detectaron signos de la violencia sexual a la que fue sometida la pequeña, hecho que, al parecer, se venía generando desde hace tiempo.
El Comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, coronel Jorge Morales, indicó que junto a la Fiscalía seccional Tolima, comenzó las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y aclaró: “La niña estaba bajo el cuidado de una persona a la cual se le había entregado desde hace por lo menos un año bajo la figura de custodia solidaria de la Comisaría de Familia”.
Cuidadora
La corta vida de Sara se tornó difícil. Desde hacía un año fue separada de su madre porque mostró señales de desnutrición y maltrato, situación que generó que una Comisaría de Familia interviniera en el caso. Una vez evaluaron los hechos, la Comisaría optó por entregarle a la madrina de la niña la responsabilidad de su cuidado, persona que, al parecer, sería quien la llevó al hospital de Armero-Guayabal.
De manera extraoficial, se conoció que la mujer que manifestó ser la cuidadora de la menor desapareció, por lo que las sospechas recaen en los cuidadores.
Castigo
La Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cristina Plazas Michelsen, calificó como un acto infame y atroz el crimen Sara Yolima Salazar. "Hechos tan aberrantes como los que vivió está niña no pueden quedar impunes. Hoy, más que nunca, ratifico mi propuesta de cadena perpetua para los abusadores de niños”, dijo.
Plazas Michelsen aseguró que la niña no estaba en un Hogar Sustituto del ICBF e hizo un llamado a las autoridades para que adelanten las investigaciones con toda rigurosidad y prontitud, para dar con los responsables de este crimen. Asímismo, les solicitó que en este caso haya la misma celeridad que se tuvo frente a lo ocurrido con Yuliana Samboní, para que los responsables vayan pronto a la cárcel.
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