COLPRENSA | LA PATRIA | CALI
“Imagínese usted: levantarse a las tres o cuatro de la mañana, pensando con cada desvelo cómo estará el hijo de uno... Si ya comió, si tiene frío, si tiene hambre... Esa ausencia es la que nos está matando... Es un dolor que no le deseo a nadie”. Rafael Alberto Mora habla de lo que le causa estar lejos de su hijo Juan Camilo Mora, quien, según afirma, fue secuestrado por las Farc el jueves 19 de enero de 2006 en el barrio Santa Cecilia, occidente de Bogotá. Hace ya 2.419 días.
Juan Camilo, bogotano y administrador de empresas, trabajaba como tramitador de documentos de tránsito. Cuenta don Rafael que la última vez que se le vio en libertad fue ese día, cuando unos desconocidos lo citaron para entregarle los papeles de una diligencia. “Su carro apareció por Chía en perfecto estado. No se le llevaron nada. Las investigaciones de la Fiscalía dijeron que lo tenía el frente 53 de las Farc, que operaba en esa zona. La Fiscalía dice que en ese tiempo, por esa ruta, se llevaban a la gente hacia el Sumapaz y la selva del Meta”, cuenta el señor.
Juan Camilo, quien ya debe tener 33 años, es uno de los 694 colombianos que aún tiene en su poder las Farc, según la Fundación Nueva Esperanza, ONG que acopia los registros de la Fiscalía y demás organismos de seguridad sobre el secuestro en Colombia. Los números son confusos. Fondelibertad dice que son 400 los retenidos por esta guerrilla.
Pero más allá de los números, el flagelo es una realidad, a pesar de que las Farc anunciaron el jueves pasado desde Cuba que el secuestro ya no hace parte de sus políticas.
La confusión sobre cuántas personas se encuentran aún plagiadas en las selvas no es excusa para no hacer nada por ellos, sostiene Enrique Celis, cuñado del sargento del Ejército Héctor Velásquez Carrillo, catalogado por la Fundación País Libre como el secuestrado más antiguo del país, con un cautiverio que raya en el absurdo: más de 15 años.
“El Comandante del Ejército dijo en abril que hay más de 50 militares desaparecidos. El censo de la organización Los que Faltan: Secuestrados y Desaparecidos de Colombia, dice que son por lo menos 400. La base de datos del programa radial Las Voces del Secuestro habla de cerca de mil. El Gobierno debe exigirle a la guerrilla que responda qué pasó con esas personas, antes de sentarse a dialogar”, indicó Celis.
El periodista Herbin Hoyos, director de Las Voces del Secuestro, dijo que es necesario que el tema de las víctimas sea tenido en cuenta antes del diálogo. “Los familiares de los secuestrados exigen invertir el orden de los puntos de negociación. No dejar los derechos de las víctimas para lo último. La guerrilla ha mentido mucho y debe demostrar con hechos que realmente el proceso de paz va en serio”.
Blanca Flórez, vocera de Los que Faltan, dice que a pesar de todo tiene fe en que con el proceso de paz puedan volver a ver a sus familiares. “Sabemos que es mentira que no tienen secuestrados. Mi hijo, Jesús Antonio Rodríguez Flórez, fue raptado con fines extorsivos por el frente 15 el 18 de noviembre de 1997, en Bogotá. Luego fue llevado al Caquetá. Alias Ivan Ríos (ya muerto) me confirmó que tenían a mi hijo. Luego se acabó el frente 15 y la zona de despeje y le perdí la pista. Desde entonces he recorrido toda Colombia y el Ecuador buscándolo”.
En febrero pasado las Farc anunciaron que dejaban la práctica del secuestro.
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