Colprensa | LA PATRIA
"Esto es muy horrible para nosotros, estamos muy intranquilos, con mucho temor. Los tres niños no hacen sino preguntar por su papá, quieren saber dónde está, lo extrañan mucho”.
Con estas palabras Judith Ramírez, madre de Carlos Quiceno Ramírez, de 30 años, inició la entrevista en la que relató el drama que está viviendo desde el pasado 11 de enero, cuando la guerilla del Eln secuestró a su ser querido y a dos de sus compañeros.
Este hecho, que fue repudiado por todo el país, se presentó en zona rural del municipio de Hacarí, Norte de Santander, en donde este grupo armado derribó un helicóptero que prestaba su servicio a la empresa de valores Brinks, el cual transportaba $1.700 millones.
El Eln, además de hurtar la millonaria suma y quemar la aeronave, secuestró a la tripulación integrada por el piloto Julio Díaz, y los escoltas Maxwell Joya y Carlos Quiceno.
Judith Ramírez informó que su hijo es un manizaleño que desde hace ocho años se radicó en Bucaramanga y en esta tierra decidió echar ‘raíces’.
“Acá él (Carlos) conoció a su esposa, tuvo sus tres hijos (de 2, 4 y 5 años) y se quedó a vivir, es el sustento de ese hogar que hoy lo llora y lo extraña. Mi hijo lleva cinco años trabajando como escolta y nunca había tenido ningún problema, es una persona intachable”, expresó la progenitora.
Desde el barrio Villa Mercedes, en el norte de Bucaramanga, esta mujer clama para que este grupo subversivo le respete la vida tanto a Carlos como a sus compañeros.
“Llevamos 12 días de completa zozobra, no sabemos nada de ellos. Yo me encuentro muy mal, no duermo y lo único que le pido a mi Dios que mi hijo y los demás secuestrados se encuentren bien. Esperamos al menos tener alguna prueba de vida”, agregó Judith.
“Hay que buscar el diálogo”
Los familiares de los tres secuestrados recibieron con profunda tristeza la noticia del ataque terrorista en la Escuela General Santander, en Bogotá, que dejó un saldo de 21 personas muertas y provocó la suspensión total del proceso de paz con esa guerrilla por parte del gobierno del presidente Iván Duque.
Pese a esto, Yudith le pide al Gobierno que deben tener en cuenta cualquier acción que permita la liberación de la tripulación.
“Yo lo que pido al Gobierno Nacional que se sienten a dialogar con la guerrilla, hay que buscar la forma de hacerlo. Al presidente Iván Duque de todo corazón le decimos que así como nosotros lo apoyamos ahora esperamos que nos apoye en esto. También esperamos que nos ayude la iglesia, autoridades y la Cruz Roja”, concluyó la mujer.
Una comisión humanitaria
Por su parte, Liliana Prada, esposa del piloto Julio Díaz, informó a través de un video divulgado ayer por redes sociales que se creó una comisión humanitaria que mediará con la guerrilla para tratar de lograr la liberación de su esposo y la de Carlos Quiceno y Maxwell Joya.
“Julito, quiero que tú y tus dos compañeros estén tranquilos. Estamos tocando todas las puertas para que esta comisión se fortalezca. A ustedes señores del Eln en ánimo de buscar un canal de confianza para que las intenciones que manifestaron en el comunicado de liberar a mi esposo Julio y a sus dos compañeros se efectué de la mejor manera, me motivaron a crear este canal de mediación a través de una comisión humanitaria facilitando la liberación y así ustedes demuestren sus intenciones de paz”, se escucha en la pieza audiovisual.
De acuerdo con el testimonio de esta mujer, que no ha dado una sola entrevista a los medios de comunicación, con el apoyo de la Iglesia, la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja y la Procuraduría, trabajan en la liberación de la tripulación.
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