La Policía dio de baja a cabecilla del clan Úsuga

COLPRENSA | LA PATRIA | MEDELLÍN

La banda criminal clan Úsuga recibió el golpe más fuerte de los últimos años, luego de perder a un integrante de su estado mayor, muerto en una operación policial en Chocó.

Se trata de Jairo Durango Restrepo, alias Guagua o Rubiel, entre los principales cabecillas de la banda, y quien comandaba los negocios de esa estructura ilegal en la Costa Pacífica, desde Chocó hasta Nariño.

Su deceso se produjo en la madrugada de ayer en zona rural del corregimiento Boca de Pepé, en el municipio de Medio Baudó (Chocó), cuando comandos especiales de la Policía descubrieron su escondite y se presentó un combate por varias horas. Hasta anoche los uniformados seguían en el terreno, por lo que hasta ahora no se conocen más detalles.

Fuentes judiciales indicaron que Guagua, por quien las autoridades colombianas ofrecían hasta $500 millones, se inició en la delincuencia en la guerrilla del Epl. Posteriormente integró el bloque Mineros de las Autodefensas (1997 a 1999) y al parecer participó en la masacre de Ituango.

En la actualidad, Durango Restrepo era uno de los cinco integrantes del estado mayor del clan Úsuga, junto a Otoniel, Marcos Gavilán, Nicolás y el Indio. Por tal motivo estaba entre los principales blancos de la Operación Agamenón y del Gobierno de Estados Unidos, quien lo solicitaba en extradición por narcotráfico.

Como responsable de la Costa Pacífica, es señalado de coordinar las incursiones de la organización en Alto Baudó (Chocó), Buenaventura y Cali (Valle), así como en Tumaco y Barbacoas (Nariño), las cuales se caracterizaron por violentos enfrentamientos con grupos locales como los Rastrojos y la Empresa, al igual que con la guerrilla del Eln.

Destacado

Alias Guagua diseñó una nueva modalidad para que el clan Úsuga pudiera sacar la droga del país. Se trató del plan hormigueo que consistía en cargar como mulas a 15 hombres, en su mayoría exparamilitares, con tulas de coca que podían llegar a pesar hasta 20 kilos para atravesar a pie la selva del tapón del Darién. En el recorrido, que podía tomar hasta tres semanas, muchos hombres murieron.