Efe | LA PATRIA | Bogotá
Las autoridades indígenas de Colombia pidieron la visita urgente y extraordinaria al país de la relatora especial de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, ante el asesinato de sus líderes.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) dijo en un comunicado que requieren que ONU "verifique la grave situación de genocidio indígena, ya que en el último año han asesinado a 115 líderes indígenas".
La petición la realizaron tras el asesinato del líder y dirigente indígena de la comunidad embera del departamento del Quindío Constantino Ramírez Bedoya.
Según la ONIC, Ramírez fue asesinado el jueves por la noche cuando transitaba por una carretera que comunica al municipio de Calarcá con el Resguardo Indígena Dachi Agore.
Ramírez era el máximo líder del pueblo embera del Quindío y fue el fundador de la Organización Regional Indígena del Quindío (Oriquin), de la cuál fue en varias ocasiones Consejero Mayor.
"El asesinato de Constantino es un atentado contra la paz, contra los pueblos indígenas de Colombia y contra la pervivencia física y cultural de la nación embera", destaca la ONIC.
Ayuda
Ante la situación la ONIC hizo un llamado a la comunidad internacional, órganos de control y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos en Colombia para que "ayuden de inmediato a rechazar, acompañar y parar el derramamiento de sangre contra nuestros pueblos".
La semana pasada el indígena Dumar Mestizo, conocido por su trabajo como artista en su comunidad, fue asesinado en el departamento del Cauca, región en la que cuatro nativos fueron víctimas de homicidio desde el 24 de septiembre.
Mestizo era integrante del Grupo Juvenil Álvaro Ulcué y fue asesinado en el sector de La Despensa, que hace parte del municipio de Toribío.
Con la firma del acuerdo de paz, en noviembre del 2016, los habitantes de Toribío vieron una luz de esperanza, pero el auge del narcotráfico no les da tregua y sigue alimentando la violencia en esta zona del suroeste de Colombia donde además de disidentes de las Farc operan la guerrilla del Eln y bandas criminales. La violencia con la que todos esos grupos armados ilegales tratan de imponer su ley se cebó con las comunidades indígenas que son quienes generalmente ponen las víctimas en esos conflictos reciclados.
Unen fuerzas
Centenares de indígenas se congregaron el pasado fin de semana en Toribío (Cauca) para defender su autonomía de la violencia ejercida por distintos grupos armados ilegales.
El encuentro, denominado Tejiendo resistencias para la vida lo convocó el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) como una demostración de apoyo a la guardia indígena y con el objetivo de conservar "la armonía territorial".
"Hemos tenido que vivir nuevamente el conflicto, hoy los grupos armados nos están asesinando por el control territorial", afirmó José Oimar Tenorio, coordinador de una guardia indígena del Cauca, quien detalló que esa región del país sufre por el constante enfrentamiento para controlar el narcotráfico y la minería, en algunos casos legal y en otros ilegal.
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