
ANÁLISIS
Argemiro Piñeros y Eduardo Bonces
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
Un verdadero reto político tiene el gobierno de Juan Manuel Santos para el último trecho de su gobierno: mostrar ejecución en las regiones y acercar el Gobierno a los colombianos. Ese será el vehículo para apostarle a que no sólo llegará la paz, sino que lo hará a un país unido.
Después de las semanas más críticas que ha pasado la administración, tal como lo reconoció el mismo presidente Santos, la recomposición de su equipo de gobierno es la jugada para retomar el camino. El mandatario incorporó a cinco ministros, que representan a distintas regiones y algunos con sobrada experiencia política. La decisión generó diferentes reacciones entre dirigentes políticos y analistas.
El presidente busca que el nuevo gabinete sea una representación total del país regional. El nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri, proviene del Cauca; el de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, es oriundo de Chaparral (Tolima); el nuevo ministro de Agricultura, es el vallecaucano Rubén Darío Lizarralde; el de Minas es el guajiro Amílkar Acosta y la nueva ministra de Ambiente es la santandereana Luz Helena Sarmiento.
Reencauche
Las primeras voces son de crítica. Como la del analista Iván Garzón Vallejo, director del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana: “La expectativa sobre el nuevo gabinete era que fuera una renovación, pero se dio el reencauche de algunos políticos tradicionales de las regiones. Con este cambio queda claro que el presidente decidió jugársela a fondo con el sector político del ‘samperismo’ para aceitar la maquinaria de la reelección”.
El académico agrega que Santos mostraba que iba a gobernar con el Partido de la U y con el sector liberal gavirista, sin embargo “la gran paradoja es que terminó gobernando con los sectores minoritarios de los liberales, pero que son los más influyentes. Así las cosas, se confirma la tesis que se había sostenido de que la Unidad Nacional era la forma de mantener a la política tradicional sentada en la misma mesa bajo el dulce de la mermelada”.
Garzón Vallejo habla también de la tendencia a rencauchar en el Ejecutivo y en el Legislativo a viejas figuras de la política: “Esto queda demostrado con que la cabeza de lista de los liberales seguramente será Horacio Serpa. Solo falta que Samper sea la fórmula vicepresidencial de la reelección de Santos”.
Otras opiniones son menos duras y rescatan la vocación regional. Por ejemplo, Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, dice que la idea del presidente es darles más peso a estas: “hay una apuesta por desbogotanizar el gobierno. Ante las críticas que se le ha hecho a la gestión del presidente Santos, esta es una apuesta para que el Gobierno sea más cercano a la gente”.
Sin embargo, al preguntársele sobre la reelección, el académico asegura que no ve muy claro ese escenario y agrega que lo primero que tiene que hacer el presidente es resolver los paros y las protestas que se vienen presentando en el país.
Para las regiones
Para el analista Ramiro Bejarano, el cambio en los ministerios se debe a que Santos escuchó el reclamo que había de “llevar regiones al gabinete y su deber es acercarse mucho a ellas”, según el experto en temas políticos, al mandatario “le dio miedo sacudirse a los ‘godos’ como Mauricio Cárdenas y María Fernanda Campo, quienes seguirán teniendo una importante voz en el gabinete”.
Otro analista, Armando Estrada Villa, resalta la que el cree una “sorpresa política”: que “Santos está tratando de revivir, en cierta medida, la disputa del Proceso 8.000 dentro del gabinete. Haber sacado al ‘gavirismo’ del Gobierno, representado en los salientes ministros del Interior y Justicia, y quienes son muy cercanos al expresidente Gaviria, es toda una jugada política”.
Agrega que “el Presidente Santos vive una situación difícil desde el punto de vista de la opinión.
La división entre los políticos
El senador José Darío Salazar, del Partido Conservador, aseguró que este Gobierno es anticonservador y dijo que la colectividad azul no debería continuar en la Unidad Nacional, pese a que en el gabinete tienen cuatro ministros: Ambiente, Educación, Agricultura y Hacienda, dos de ellos nuevos.
En esa misma línea, la presidente del Polo Democrático, Clara López, criticó que el primer mandatario no está interesado en cambiar a los políticos tradicionales y dijo que “la única manera de renovar el gabinete es cambiando de Gobierno”.
Una visión distinta es la del expresidente Ernesto Samper, quien asegura que los nuevos ministros le hacen bien al país y que Santos acertó al colocar un gabinete menos bogotano. Frente a las voces que aseguran que él es ahora el hombre fuerte del Gobierno, declara que los nombramientos de los ministros liberales se los debió haber consultado el presidente Santos al jefe del liberalismo, Simón Gaviria, pero no a él.
La Federación Nacional de Departamentos también apoyó el nuevo gabinete y lo calificó como “positivo para las regiones de Colombia”. En voz de su director, Germán Chica, “esta acción se reconoce como un esfuerzo del Gobierno para fortalecer el trabajo conjunto con las regiones del país”.
Seis tareas que deberán dejar listas los nuevos ministros
El gabinete “de la paz y la unidad” del presidente Juan Manuel Santos tiene exactamente 256 días antes de las elecciones presidenciales para que su gestión pase de las críticas a los halagos. Con estos ajustes, Santos se convirtió en el que más ha cambiado sus ministros en los últimos 20 años con 36 funcionarios.
Parte de esta tarea la tienen los cinco nuevos responsables de las carteras del Interior, Justicia, Agricultura, Minas y Ambiente y la dirección del Departamento Nacional de Planeación.
A continuación se presentan las seis tareas que tendrán que enfrentar los nuevos ministros, según el mismo Santos y expertos de cada sector.
1. Pacto agrario
Rubén Darío Lizarralde se verá enfrentado a un sin número de desafíos económicos que implican una verdadera agenda de competitividad para el sector agropecuario. El nuevo ministro de Agricultura, exgerente de Indupalma tiene como principal tarea sacar adelante el gran pacto agrario y poner en marcha la ley de desarrollo rural que contempla un modelo agrario donde campesinos, medianos y grandes productores vayan de la mano.
2. Búsqueda de la paz
Al caucano Aurelio Iragorri Valencia, el Mandatario le encomendó la tarea de “fortalecer la Unidad Nacional y la búsqueda de la paz”. Así las cosas, Iragorri tendrá que avanzar en la promoción de la agenda de paz en el Congreso para que, en caso de lograrse un acuerdo con las Farc, salga adelante la ley que regulará el marco legal para la paz.
3. Confianza de inversionistas
El economista, Amilkar Acosta, designado como nuevo ministro de Minas y Energía, deberá restablecer la confianza de los inversionistas en cuanto a normativa y seguridad jurídica, para así poder recuperar la principal locomotora de la economía colombiana.
4. Normatividad para la paz
Alfonso Gómez Méndez, nuevo ministro de Justicia, tendrá que resolver la congestión de los despachos judiciales, un problema que podría ser una bomba de tiempo. Además, acompañar el desarrollo normativo de los acuerdos de paz.
5. Delimitación de páramos
Luz Helena Sarmiento, nueva ministra de Ambiente deberá poner a marchar el proyecto de delimitación de los páramos para determinar qué actividades se pueden realizar o no.
6. Impulsar las regiones
Tatyana Orozco, la nueva directora del Departamento Nacional de Planeación deberá poner a brillar su experiencia desde la región Caribe como directora ejecutiva de Probarranquilla, consolidando el desarrollo regional utilizando las regalías como prioridad para la inversión en desarrollo.
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