EFE / LA PATRIA / CALDONO
Un centenar de personas en la zona rural de Caldono (Cauca) y todo un país acompañaron ayer a los tres indígenas de la misma familia asesinados el lunes a retornar a la tierra con la rabia de saber que la violencia sigue anulando sus vidas.
Desde la vereda de Gualó, donde asesinaron a dos de las tres víctimas y habían estado velando los cuerpos, trasladaron a Jeferson Dizu Nene, Eduar Dizu Nene y Jherson Andrés Nene Zety, dos hermanos y un primo, hasta la vereda Santa Rosa, donde recibieron sepultura.
A Jeferson, de tan solo 17 años, le gustaba mucho la danza, cuenta la madre de los hermanos asesinados, Herminia Nene Cauché, y ayer ha estado acompañado por la agrupación de la que formaba parte en su colegio, que ha querido darle un último adiós.
“¿Por qué pasó esto? Si mi muchacho no era culpable de nada”, explica Herminia con la voz rota. Tras el asesinato de Jeferson, llegó un grupo de hombres armados a la casa en la que estaban y asesinaron a los otros dos miembros de la familia delante de Herminia.
Eduar, que acababa de cumplir 24 años, “solamente era un trabajador”, explica la mamá, que insiste en que ninguno nunca “cargó un arma, solo el machete para trabajar”.“Hagan justicia, eso es lo que yo pido por favor. No más muertes, no más masacres”, exige Herminia entre el llanto de saber que aunque ha perdido a sus dos hijos, puede ser que no sea la última vez que tenga que enfrentarse a la muerte en un territorio azotado por la violencia.
El día estuvo soleado durante el traslado de los cuerpos, aunque al momento de sepultarlos, como si el clima quisiera acompañar a los familiares de las víctimas en este trágico día, del cielo empezaron a caer unas gotas que se mezclaron las lágrimas que derramó una familia y un país en el que los líderes no pueden vivir en paz.
La masacre
Los tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, pertenecían al resguardo San Lorenzo. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), primero fue atacado un joven de 18 años al recibir varios impactos de bala, y posteriormente los mismos hombres armados asesinaron al hermano y al primo que se encontraban en una casa cercana.
Las tres víctimas son familiares del líder del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), Alfonso Díaz Nene.
Esta masacre llevó a la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, a asegurar que el Gobierno no permitirá que “los violentos sigan arrebatándonos a nuestros jóvenes”.
“Ratifico mi compromiso con la paz y la vida, solicito a las autoridades investigar y juzgar a los responsables”, escribió la vicepresidenta en sus cuentas sociales.
No obstante, con la propuesta de retomar las negociaciones con los grupos ilegales, la esperanza de una paz estable y duradera ha vuelto a instalarse entre una población civil maltratada.
73 masacres
En lo que va de año, Colombia ha registrado 73 masacres, una cifra que se suma a los 123 líderes y defensores asesinados en medio de un recrudecimiento de la violencia por los enfrentamientos de grupos armados.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015