COLPRENSA | LA PATRIA
Diez años después de expedida la Ley de Justicia y Paz, Colombia deberá prepararse para la salida de los postulados que cumplieron con los preceptos de esta norma con la cual se reglamentaron las condiciones para la desmovilización de los grupos paramilitares.
La ACR (Agencia Colombiana para la Reintegración) es la entidad encargada de recibir a los postulados en esta ruta de reintegración que, según los preceptos, deberán realizar trabajo social como una forma de reconciliación con la sociedad, víctima de las atrocidades cometidas por ellos.
Joshua Mitrotti, director de la ACR, explicó a EL COLOMBIANO que cerca de 50 exjefes de los grupos paramilitares harán parte del proceso de reintegración, el cual podrán realizar en las regiones en las que vivirán cada uno de ellos.
- ¿Qué tan exitoso ha sido el proceso de reintegración en Colombia?
“En Colombia hemos desmovilizado 57.000 personas de 12 años para acá, 47.000 han ingresado de forma voluntaria a este programa, el país tiene una institucionalidad preparada para los desafíos del futuro y para que la reintegración sea posible en Colombia”.
- ¿Al programa de reinserción se vincularán a los exparamilitares que están a punto de salir por la Ley de Justicia y Paz?
“El universo de personas de Justicia y Paz son más o menos 4.800 personas, 2.800 podrían ingresar al programa. Para ellos es obligatorio, no es voluntario y va a ser individualizado, que se va a desarrollar donde ellos quieran estar con unos componentes de articulación muy fuertes con la Fuerza Pública para los temas de seguridad”.
- ¿Después de la salida de los exparamilitares, habrá acompañamiento?
“Colombia hoy tiene un desafío grande. En el 2005-2006, el gobierno colombiano, un gobierno democrático, firmó unos acuerdos, ahora es el momento de materializarlos y romper por siempre una historia de violencia. Acá, si la institucionalidad no acompaña a estas personas, muy probablemente va a ser otro fracaso y dilapidamos una oportunidad para romper con la violencia y transformar nuestra sociedad”.
- ¿Está la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) preparada para recibir a los postulados de Justicia y Paz?
“Desde la agencia tenemos el mayor compromiso de hacer este trabajo bien. No nos podemos equivocar, dependemos muchísimo de la capacidad y la voluntad de los postulados y desde la agencia estamos para ayudar y potenciar este proceso de reintegración que nos debe permitir que antiguos comandantes, perpetradores de delitos de lesa humanidad, puedan tener la oportunidad de hacer una vida en la legalidad”.
- ¿Quiénes participarían del proceso de reintegración?
“Todas las personas que sean postuladas a la ley de Justicia y Paz. Hoy la fotografía muestra que son 2.800 que han cumplido con el proceso, que han asumido su compromiso entorno a la verdad, la justicia, a la reparación y a la reconciliación y pueden entrar”.
- ¿Los excomandantes de las autodefensas harían parte de estos procesos?
“Hay más o menos 50 comandantes que podrían ingresar al programa”.
- Preocupa la seguridad de los postulados que saldrán libres. ¿Han pensado en estrategias para evitar los ataques a estas personas?
“Hemos venido trabajando en un proyecto que hoy está para revisión del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, porque eso tiene unos impactos fiscales, pero desde la Agencia estamos jugando a fondo para generar un mecanismo de protección para las personas que están comprometidas con la legalidad”.
- ¿En qué consistirá este proyecto de protección?
“En que cualquier persona desmovilizada si tiene amenazas pueda tener un esquema de protección siempre y cuando haya una denuncia, exista una investigación pertinente y haya compromisos por parte de los individuos. Uno de los elementos importantes es la autoprotección, y esto será combinado con los mecanismos de protección blandos y duros que pueda proveer el Estado colombiano, pero siempre y cuando la gente esté en la legalidad”.
- ¿Los excomandantes tendrán tareas de tipo social para ayudar en su proceso de reintegración y como reparación a la sociedad?
“Estamos arrancando el proceso con comandantes. Los trabajos de servicio social vienen en la parte final del proceso de reintegración, pues probablemente no se ha hecho una reflexión de sus hechos y sus acciones. El proceso para ellos es un modelo parecido al que realizamos con los rasos, individualizado, pero tendrá un compromiso de reconciliación, es decir, el servicio social, como un elemento de memoria, de reconciliación y de garantías de no repetición”.
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