COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
"El primer milagro de la visita del papa a Colombia es este cese". Esas fueron las palabras del jefe negociador del Eln, Pablo Beltrán, al citar a uno de sus compañeros de la delegación de paz cuando se anunció el Acuerdo de Quito, nombre que se le dio al cese el fuego y de hostilidades temporal que se pacto con el Gobierno y que empezará desde el 1 de octubre.
Y es que no es para menos. El director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosania, señala, por ejemplo, que aunque se sabía que estaban en la búsqueda del cese, esto sorprende dado los tiempos que suele manejar este grupo guerrillero: "El Eln es supremamente dogmático y maneja unos tiempos con una lógica de guerra popular, o sea, esto hubiera podido demorarse mucho más. Con las Farc se logró hasta el final".
Víctor de Currea-Lugo, profesor de la Universidad Nacional, afirma que obviamente es un acuerdo con miras a beneficiar a los colombianos, pero que hay un claro avance a nivel de la negociación: "Es la primera vez en la historia del Eln que hay una tregua bilateral. Esto sí es un avance".
La tregua es por 102 días, y según el cumplimiento de los acuerdos, ésta se prorrogará. Lo que se preguntan algunos, sin embargo, es por qué, siendo la visita del papa Francisco el motivo más fuerte para llegar a este acuerdo, no se habilita desde ya, sino hasta el próximo mes.
Para de Currea-Lugo, "se da en la venida del papa, pero no es pensando en él, es pensando en el país, que es mucho más allá. No es una tregua que se firme para el papa y eso es importante, porque eso no quiere decir que se va el papa y se acaban los esfuerzos de paz, sino que continúan".
Lo acordado es que efectivamente al terminar septiembre empezará a regir el cese, aunque el jefe negociador de la guerrilla afirmó que esperan que desde este mismo 4 de septiembre empiece el desescalonamiento del conflicto.
Rosania, por su parte, explica que se debe a toda la logística que se tiene que hacer para que se cumpla, es decir, comunicar dentro de las estructuras de cada una de las partes lo acordado.
"La logística es compleja en términos de que las unidades guerrilleras tienen que generar toda una serie de anillos de protección para los comandantes, tienen que establecer unas zonas estratégicas donde no los vayan a afectar. Y del lado de las Fuerzas Militares también", explica Rosania.
En ese sentido, lo que decidió el Gobierno y el Eln es que extenderán el tiempo del ciclo actual con ánimo de definir todos los aspectos relacionados con el cese, una decisión positiva para De Currea: "Es preferible andar despacio, ir paso a paso, y no ponerse uno a correr y llegar a un acuerdo que se pueda violar".
Para el profesor de la Universidad Nacional, el documento presentado por las delegaciones -en el que también se establece un mecanismo de veeduría que estará a nivel nacional, departamental y local, conformado por las dos partes, pero con la ONU y la Iglesia católica-, es valioso y claro frente a lo que se viene.
"Tiene fechas propias y establece unos mecanismo claros a través de la Iglesia católica para el cumplimiento. Lo otro es que ahora tienen que trabajar en los detalles y eso implica una tarea grande, pero yo veo que el documento, aunque algunos les parezca vago, es un avance importante teniendo en cuenta lo difícil que es la negociación en Quito", dice De Currea.
Los retos
Que el cese perdure en el tiempo dependerá de los cumplimientos de cada una de las dos partes. El Eln deberá dejar de lado los secuestros, no deberán afectar la infraestructura física, incluido los oleoductos, no reclutarán menores de edad, ni colocarán minas antipersonal. Sobre esto, dijo Pablo Beltrán, que pueden competir entre las partes a ver cuál de las dos hace más acciones humanitarias.
Pero el Gobierno también tiene que cumplir con unos aspectos: deberán mejorar las alertas tempranas para la protección de la vida e integridad de los líderes sociales; este año, deberán adelantar un programa de tipo humanitario para la población carcelaria del país.
También dijo Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del Gobierno, deberán garantizar "que la ley que fue expedida recientemente y que despenaliza varios tipos penales de la llamada protesta social tenga una cumplida y pronta ejecución; y finalmente nos hemos comprometido a que una vez arranque ese proceso del cese el fuego, vamos a darle inicio a un proceso de concertación, de consulta con la ciudadanía que está prevista en la agenda que se pactó".
Ese proceso de consulta ciudadana se dará en el inicio del próximo ciclo, que será el 23 de octubre en Quito, en donde la mesa de negociaciones escuchará opiniones de varios sectores sobre cómo mejorar el proceso de concertación.
El cumplimiento de cada una de las partes, es el principal de los retos para que el cese se mantenga en el tiempo y no sea temporal como hasta ahora se pactó, pero también hay otros retos. Uno de ellos, dice Rosania es del grupo guerrillero: "Se va a medir la cohesión del Eln, porque se había dicho que los elenos podrían estar divididos".
Claramente, ese reto será fundamental para la continuación del cese, pero otro, que es conjunto, es darle legitimidad a la mesa de negociaciones de Quito, como lo explica De Currea, advirtiendo que podrán ocurrir incidentes en estos 102 días.
"Hay que tener en cuenta que eso implica compromisos de parte y parte. Hay que decirle al país que pueden haber incidentes, pero que un incidente no significa el fin de la tregua", dice el profesor.
Por lo pronto, este es el primer paso, como lo dijo Restrepo, al hacer alusión también a la visita del papa: "No es un acuerdo solamente del silenciamiento de los fusiles entre las fuerzas contendientes por algunos meses, es también, y sobretodo, un acuerdo para ir aliviando las tribulaciones de la sociedad civil, que es la que más duramente recibe los golpes y la pesadumbre de un conflicto".
Aunque también, al lograr el cese en los inicios de la campaña electoral, puede ser el 'primer paso' para evitar que con el nuevo gobierno la negociación desaparezca: "Las Farc les dejaron una enseñanza y es que el proceso lo tienen que blindar como una política de Estado y no como una política de gobierno. Esto es una forma de abonar el camino hacia lo que van a ser las campañas, a ingresar en la agenda, y que sea el Centro Democrático, el Polo o lo que venga, tienen que continuar con lo que ya hay avanzado en esta negociación".
La cuarta mesa de conversaciones entre el Gobierno y el Eln comenzará el próximo 23 de octubre, en la capital ecuatoriana, Quito, donde tienen lugar los diálogos públicos desde febrero pasado.
Reacciones
Horacio Serpa, senador del partido Liberal
Por lo que se venía venir resulta casi un milagro. Esto quiere decir que avanzamos con pie firme hacia la consolidación de un acuerdo con el Eln. Es lo que quiere Colombia.
Iván Cepeda, senador del Polo Democrático
Este anuncio constituye un alivio humanitario para los combatientes y la población civil y debe contribuir a crear un clima de confianza para avanzar hacia un cese al fuego definitivo y un acuerdo final de paz.
Clara Rojas, representante a la Cámara por el partido Liberal
"Nos parece una noticia muy importante para el país dentro de la visita del papa Francisco a Colombia, y lo que más quisiéramos es que efectivamente estas negociaciones avancen a todo vapor y puedan tener un resultado en el menor tiempo posible.
Luis Almagro, secretario general de la OEA
Es una clara señal de la voluntad de las partes y un paso significativo para avanzar hacia la anhelada paz completa en Colombia.
Jorge Glas, vicepresidente de Ecuador
Son buenas noticias para Colombia y para todos los latinoamericanos. Todo en lo que se pueda contribuir a la paz es algo bueno para la región.
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