Colprensa | LA PATRIA | Cúcuta
Por estos días, la región del Catatumbo hace honor a la voz indígena de donde deriva su nombre: 'Casa de truenos'. Las protestas de los campesinos y el intento de la Fuerza Pública por restablecer el orden dejan un saldo trágico de cuatro muertos y varios heridos de ambas partes.
La poca voluntad de negociación de los voceros de los campesinos, según el ministro del Interior Fernando Carrillo, impidió que se llegara a un acuerdo para levantar los bloqueos y el paro que se adelanta en el Catatumbo desde hace más de dos semanas.
Según Carrillo, los delegados del presidente Juan Manuel Santos llegaron a Tibú con un amplio paquete de medidas y de recursos para cumplir las exigencias de la comunidad de esa zona de Norte de Santander, pero ni siquiera lograron socializarlo en su totalidad, pues los voceros de los labriegos manejan una agenda rígida, centrada en el tema de la declaratoria de Zona de Reserva Campesina, de la cual exigieron su inmediata aprobación.
“Llegamos con un paquete de recursos inmediatos por $120.000 millones y casi que ni nos dejaron hablar de eso. Ellos centraron todo en una discusión sobre la metodología y sobre la Zona de Reserva Campesina, frente a lo cual les ofrecimos seguir con el trámite en el Incoder y cumplir con la ley, pues esta declaratoria requiere de una serie de pasos y de consultas previas que deben surtirse antes de tomar una decisión”, declaró Carrillo a La Opinión.
Un punto importante dentro de las propuestas del Gobierno tiene que ver con la destinación de $52.000 millones para subsidios a los campesinos para hacer frente al programa de erradicación de cultivos ilícitos, una de las peticiones en las que más han insistido los manifestantes desde que se iniciaron las protestas y movilizaciones.
“Nos pidieron incorporar en un documento el compromiso del Gobierno de declarar la Zona de Reserva Campesina, cuando ellos no cumplieron con todos los requisitos que esa declaratoria implica”, aseguró el ministro.
Zonas de reserva campesina
Las zonas de reserva campesina, según Julio Armando Fuentes, vocero de la Mesa Nacional de Unidad Agraria, son regiones en las que los campesinos construyen su plan de desarrollo de manera autónoma y ponen a producir la tierra con formas organizativas para llevar sus productos y comercializarlos en los mercados. "Para eso, la ley 160 de 1994 y el Incoder tienen unas normas, como han aprobado las demás zonas de reserva campesina", dice Fuentes.
De esas zonas, con base en la ley, ya hay seis, pero sobre ellas pesa el estigma de ser 'republiquetas' y suman 850 mil hectáreas destinadas para la producción de alimentos.(Ver recuadro Reservas)
"La del Catatumbo es la séptima zona de reserva campesina que debió haberse aprobado con la ley 160, pero nunca el Gobierno la aprobó", agrega Fuentes. "Producen arroz, maíz, café, papa, yuca, pero para ellos es muy difícil porque no tienen vías de acceso. Además de ser una de las principales zonas productoras de alimentos, tienen que sacarlos a lomo de mula, en trayectos que demoran hasta día y medio, y al cabo de ese tiempo llegan maltratados a Ocaña, Tibú o El Tarra".
Cambios en la producción
Para Carlos Salgado Araméndez, director de Planeta Paz, uno de los fenómenos más dramáticos en el Catatumbo es que ha habido cambios drásticos en la estructura productiva que la han hecho pasar de ser una zona petrolera, con los conflictos que implica la explotación de este recurso, a una zona arrocera y algodonera, y actualmente a la extensión de cultivos de palma, con las implicaciones que ello tiene en las formas de vida y en la actividad productiva de la población.
"Estos cambios en la estructura productiva suelen no tenerse en cuenta cuando se hacen las miradas sobre la región. Lo que está demandando la gente ahora no son subsidios, sino ser parte de los usos de un territorio que la población construyó también, y están pidiendo la protección del Estado frente a implicaciones muy fuertes que han tenido los conflictos de todos los órdenes en esta región", explicó el analista.
Narcotráfico y grupos armados
Sobre el hecho de que en la región del Catatumbo también confluyan problemáticas como los cultivos ilícitos y grupos armados ilegales, Fuentes aseveró que hay un problema en la manera como se ha discutido ese tema, "que usualmente se vuelve materia de una estigmatización por parte de los hacedores de política en Bogotá y la tecnocracia".
Esos funcionarios, según Fuentes, no tienen presente qué es lo que significan los cultivos ilícitos "y suele ponerse la carga negativa de ellos a la población, cuando lo que hay que ver es cuál es la responsabilidad del Estado en que la extensión de estos cultivos se dé en una región precisamente por problemas de no definir una estructura rural ajustada a las necesidades de la población".
"Esa forma de estigmatizar o de tratar el problema de los cultivos ilícitos conduce a formas de estigmatización que hacen que el tratamiento que se dé sea más de orden policivo y militar y no de política pública. En consecuencia, se pone toda la carga de deslegitimar las demandas del campesinado porque como se criminaliza su actividad, creen que el tratamiento también debe ser de este orden", insistió.
"Los cultivos ilícitos son la mejor opción frente a una carencia de políticas públicas que ayuden a reconstituir de otra manera las actividades productivas", concluyó.
Zona de reserva campesina del Catatumbo
La zona de reserva que se ha planteado para esta región de Norte de Santander estaría conformada por 365.000 hectáreas, 7 municipios y 326 veredas.
El área de la iniciativa abarca a El Carmen, Convención, Hacarí, San Calixto, Teorama, El Tarra y Tibú.
La propuesta contempla un Plan de Desarrollo Sostenible avalado en $600.000 millones y estructurado sobre la base de los siguientes componentes:
* Infraestructura: vías de acceso, alcantarillado y acueducto para los siete municipios.
* Proyectos productivos: la Asociación tiene la idea de impulsar con fuerza los proyectos de cacao, plátano y fríjol. Así mismo, la ganadería bovina y bufalina con doble propósito.
* Salud y educación: mejoramiento de las condiciones para la atención de pacientes y la formación de los niños y jóvenes de la zona.
* Plan de manejo ambiental y territorial: compromiso del campesinado con la protección del medio ambiente, teniendo en cuenta que parte de la zona está ubicada en medio de una reserva forestal.
* Protección de derechos humanos: plantean la identificación del campesinado frente a la vulneración de sus derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Así mismo, que se impulsen iniciativas de diálogo que ayuden a superar el conflicto armado que golpea a la región.
Reservas campesinas
* Pato Valsillas, en el Caquetá
* Cabrera, en Cundinamarca
* Valle del río Cimitarra (Acvc), en Santander
* La perla Amazónica, en Putumayo
* San José, El Retorno y Calamar, en Guaviare
* Arenal y Morales, en el sur de Bolívar
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