EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Los técnicos de Ecopetrol detectaron ayer un nuevo hueco en el afloramiento de petróleo que causa un desastre ambiental en arroyos que fluyen por Santander.
Ese nuevo orificio está situado a 60 centímetros de distancia del afloramiento original, que comenzó el pasado 2 de marzo y causó un derrame de 550 barriles y, según detalló Ecopetrol en un comunicado, está actualmente controlado.
El vertido comenzó en el pozo La Lizama 158, situado en una zona rural de Barrancabermeja (Santander), municipio en el que centenares de vecinos se han quedado sin agua debido al afloramiento.
Ese derrame causa una gran mancha de petróleo que en un principio se extendió por dos quebradas, La Lizama y Caño Muerto, dejando a su paso animales muertos, la mayoría de ellos peces.
Ante la posibilidad de que el vertido de crudo llegara al río Magdalena, el mayor de Colombia y una gran autopista fluvial que cruza buena parte del país, la compañía estatal puso en marcha un dispositivo humano y técnico.
El crudo cayó hasta el 15 de marzo, fecha desde la que no ha habido más derrames, según dijo el lunes el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón.
Para ayer y como parte del plan de contingencia, estaba previsto que llegara una unidad estadounidense de "snubbing", que "permite intervenir pozos en condiciones de alta presión".
En su comunicado de ayer, Ecopetrol explicó que el afloramiento "continúa en proceso de disminución de la presión" y se confirma que "el nivel de fluidos contenidos en el lugar sigue disminuyendo".
Además, aseguraron que el crudo está "confinado en el lugar" donde se produjo el vertido "sin riesgo de desbordamiento hacia las fuentes hídricas".
Por ello, reiteraron que el pasado 15 de marzo los técnicos de la empresa lograron contener el fluido de lodo, crudo y agua hacia las quebradas La Lizama y Caño Muerto.
Además agregaron que desde ese día no hubo más vertidos a las quebradas.
Claudia González Hernández, directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), entregó el balance del devastador panorama que se registra en Santander tras el derrame de crudo en el pozo 158 de la Lizama.
¿Qué encontró la Anla en su visita a la zona?
Desde el 12 de marzo estamos haciendo seguimiento y acompañamiento de las actividades de contención y control, porque hasta ahora estamos en la primera fase de contingencia, donde se está controlando la fuente y que el hidrocarburo no entre a los cuerpos de agua. La afectación ha sido importante, se han muerto alrededor de 2 mil 460 animales y tenemos reportes de nueve personas que han visto su salud afectada. Por los gases, desde el 15 de este mes se evacuó la zona y se han rescatado unos mil 600 animales.
¿Cómo ha sido la afectación de las fuentes hídricas y de la calidad del aire?
Se contaminaron 49 cuerpos de agua y hasta 25 kilómetros del río Sogamoso, aunque a este no llegó crudo como tal, sí hay presencia de trazas. Del aire tenemos monitoreo permanente, pero aún no recibimos resultados del laboratorio.
De acuerdo con sus investigaciones, ¿ya se determinó qué causó el afloramiento del pozo?
No. Es un afloramiento a 200 metros de un pozo que estaba sellado, lo que significa que hay un material y unos yacimientos que no sabemos qué los está estimulando. Primero debemos determinar qué lo originó y si alguna de las actividades operacionales de Ecopetrol fue la que originó esa sobre presión.
Ahora están en contingencia, ¿qué sigue en el proceso?
Una vez finalizada la contingencia, viene el plan de restauración del área, que durará un buen tiempo porque no deben quedar rastros de hidrocarburos y se debe recuperar la vegetación. Adicionalmente, en paralelo, se desarrolla el proceso sancionatorio que es para determinar la responsabilidad de Ecopetrol en el suceso y sus multas.
¿Cuánto podría tardar en recuperarse la zona?
En Colombia nunca había sucedido una situación semejante, así que es muy difícil saber con certeza. Además, depende de lo que se haya afectado. Como la vegetación se muere habrá un proceso de rehabilitación de la zona, hay que volver a recuperar las márgenes de las quebradas y se debe mejorar el tema de hábitat de las especies propias de la zona. Puede haber trabajo de repoblamiento, que debe ser con las mismas especies de la cuenca. En caso de que se hayan contaminado aguas subterráneas, el proceso será muy extenso, pues descontaminarlas toma tiempo. El proceso de recuperación en sí tardará años. Se requieren mínimo seis meses para que el hidrocarburo se descomponga.
¿Cómo va el proceso sancionatorio?
Acabamos de iniciar el proceso, viene la formulación de cargos, luego Ecopetrol presenta sus descargos y, de acuerdo con la decisión que se tome, pasaríamos la multa. Los ingresos van para el Tesoro Nacional. Adicionalmente, dentro del proceso sancionatorio, además de multarlos podemos pedirles medidas de compensación y restauración adicionales a las que deben cumplir. Es decir, la empresa debe pagar el plan de contingencia, el de recuperación y compensación, la multa y otras medidas de restauración. Si se comprueba que hubo responsabilidad de Ecopetrol en el aumento de la presión en el pozo o que este no fue sellado apropiadamente, el valor exacto de la sanción se tendrá en cinco meses.
¿De cuánto podría ser la multa?
Esta se calcula con base en los activos de la empresa, así que va a ser significativa. Por ejemplo, la multa a Drummond fue de 7 mil millones de pesos y fue por una afectación muy puntual, en esta es una afectación mucho mayor.
* Con información de Colprensa.
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