De la Calle les da parte de tranquilidad a empresarios

COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá

Ante la preocupación de algunos sectores sobre las implicaciones para la propiedad privada que podría traer el acuerdo de política agraria pactado con las Farc, el jefe de la delegación negociadora del Gobierno, Humberto De la Calle, dio un parte de tranquilidad al empresariado durante la última reunión de la Andi.

De la Calle aclaró ante la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia que, del acuerdo que se pactó en mayo del año pasado y que recibió el apoyo de los empresarios, “no se ha tocado una coma” y que “no hay justificación para que, después de haber recibido apoyo de las partes gremiales respecto a esas ideas, se ponga en duda el contenido o los efectos”.

En este sentido, el jefe negociador del Gobierno reiteró que el primer punto, ya pactado en La Habana, se trata de un programa ambicioso de transformación del campo que se concibió “con el ánimo de cerrar la brecha entre ciudad y campo, y equilibrar el desarrollo en Colombia”, tema que gira en torno al “robustecimiento de la economía campesina”.

Respeto del medelo

El vocero oficial de la delegación negociadora aseguró ante 30 reconocidos empresarios del país que “esta trasformación profunda del campo se ha hecho dentro del espíritu del Estado de derecho y respetando el modelo económico del país”.

Para De la Calle, “este es un propósito nacional ineludible, es una asignatura pendiente y se está haciendo en el marco del Estado de derecho sin que exista ningún riesgo para los inversionistas en Colombia”.

En este encuentro de la delegación negociadora del Gobierno con los empresarios también participó el negociador plenipotenciario en la mesa de conversaciones, general (r) Óscar Naranjo, quien explicó los avances de las conversaciones que se han logrado en el punto de la 'Solución al problema de drogas ilícitas', que compone el cuarto de la Agenda definida en agosto de 2012.

El rol

Frank Pearl enfatizó ante los empresarios la importancia del rol que ellos juegan, como sector privado de la economía, en que los acuerdos que se alcancen en La Habana conduzcan a un paz estable y duradera.