Dan casa por cárcel a padre que quemó a su hijo con plancha

Luego de que se revelara la cruel historia de violencia intrafamiliar contra su propio hijo y de que una juez ordenara su captura, Juan Carlos Padilla Arrieta no tuvo más opción que entregarse.

El sujeto que castigó a su hijo identificado por las autoridades como Juan David Padilla, de cinco años, fue presentado ante la juez de control de garantías que, sorpresivamente, le dictó detención domiciliaria.

Durante la audiencia, Padilla lloró, pidió perdón y se allanó a los cargos de violencia intrafamiliar y lesiones personales agravadas, según él, en una muestra de arrepentimiento por lo que hizo.

Sin embargo, el fiscal del caso mostró a la juez un audio de la entrevista que le hicieron funcionarios del Bienestar Familiar al menor, en la que él detallaba con palabras típicas de un niño de esa edad, los maltratos que recibía de su progenitor.

También se precisó que la quemadura en los glúteos ocurrió el mismo jueves en la mañana y no el miércoles en la noche, como se pensó inicialmente. También, que el papá le pegó con un bate en la boca e intentó ahorcarlo.

El vendedor ambulante, de 40 años, dijo durante el procedimiento judicial que se salió de control. "Cuando vi a mi hijo sucio, me llené de ira”, dijo, y añadió: “No tengo justificación”.

Juan Carlos Padilla corre peligro en su casa del barrio Villa del Rey porque vecinos quisieron lincharlo el día que se entregó. También se supo que fue agredido en la URI de Barranquilla por otros detenidos tras enterarse del motivo de su captura.

LA DECISIÓN

Aunque causó descontento entre muchos de los que estaban en la sala de audiencias la decisión de la juez de enviar a Padilla a su lugar de residencia en vez de recluirlo en una cárcel, este presentó varios argumentos.

Uno de los principales motivos que dieron origen al fallo es que el hombre es padre cabeza de familia.

Se conoció que ninguno de los tres hijos de Padilla vive con él. Dos de ellos se han criado en Bucaramanga con unos familiares y Juan David ya está bajo custodia del Bienestar Familiar para restitución de sus derechos.

Otro de los argumentos que citó la juez es que el imputado no tiene antecedentes judiciales y por eso no representa un peligro para la sociedad.