LA PATRIA| MANIZALES*
La violencia contra la prensa dejó nuevas cicatrices, difíciles de disimular en el 2019. A los asesinatos y amenazas se suman otras fórmulas más sofisticadas que buscan que la prensa calle y al mismo tiempo que finja y pretenda que todo está en orden. Es una censura que, aunque vieja, se viste con nuevos ropajes.
Los curtidos reporteros regionales conocen bien esas viejas formas de represión que, a finales de los 90 y principios del 2000, socavaron en Colombia la libertad de informar. Pasmadas, las autoridades han optado por imponer una narrativa de ficción. Sin embargo, los hechos están ahí para recordarnos que los periodistas han tenido que exiliarse otra vez, que los columnistas y las voces críticas son tachados de las parrillas; y que, las palabras y expresiones gráficas son borradas de las paredes.
La Fundación para la Libertad de Prensa presenta mañana el informe La censura de siempre. Está conformado por 13 capítulos. Veamos de qué se tratan:
1. Violencia: el principal enemigo del periodismo
Colombia, de nuevo, terminó un año enterrando a periodistas. Mauricio Lezama llevaba varios meses grabando su documental Mayo, cuando el 9 de mayo, en Arauquita, dos hombres le dispararon siete veces. Un mes y dos días después, Libardo Montenegro fue asesinado en Samaniego (Nariño). Organizaba una manifestación para rechazar el regreso de la violencia a su municipio.
15 periodistas amenazados huyeron de sus ciudades, algunos del país. Las intimidaciones a reporteros se han multiplicado desde la firma de los acuerdos de paz. Durante los últimos tres años (2017 al 2019) fueron amenazados 583 periodistas en Colombia. En el trienio anterior (2014 al 2016) esa cifra fue de 257. Las disputas entre nuevos grupos armados han marcado zonas vedadas para la prensa: Caloto, Corinto y Miranda en el Cauca; Llorente y la zona fronteriza con Ecuador en el Pacífico; y varios puntos que empiezan en Arauquita y terminan en Puerto Asís, en Putumayo. Una serie de coordenadas que dibujan los puntos ciegos del país.
2. Algo anda mal en la calle
Antes de terminar el 2019, la Flip invitó a cinco personas que fueron censuradas a conversar sobre libertad de expresión: Jessica Hoyos del MOVICE, Lucas Ospina, docente y artista plástico; Sandra Borda, politóloga y periodista; Lariza Pizano, periodista; y Jorge Acosta; gerente de Noticias Uno.
Sus reflexiones sobre el espacio público y la pugna por la calle resuenan como una cacerola, y quisimos consignarlas en un capítulo donde abordamos la calle como si fuera otro periódico, un programa más de televisión, una emisora de radio, otra red social. Porque, como dice una de las invitadas: “la calle es el espacio para sectores y ciudadanos que queremos expresarnos, pero no podemos acceder a los grandes medios de comunicación”.
3. “Soy periodista, estoy haciendo mi trabajo”
El 2019 terminó con una lucha por el espacio público en toda Colombia, y también con preocupantes síntomas del desprecio de algunos integrantes de la Policía hacía los periodistas. Los 40 días de manifestaciones y cacerolazos, que empezaron el 21 de noviembre, terminaron con 66 periodistas agredidos. Fue el escenario más violento, de la historia reciente, contra la prensa en un contexto de protesta social.
4. Recortes y despidos masivos
La década que empieza plantea grandes incertidumbres para la industria del periodismo colombiano. En los últimos cuatro años al menos 1.100 personas fueron despedidas de medios de comunicación. Estos recortes terminan impactando negativamente la diversidad de medios y la pluralidad de voces, requisitos indispensables para sostener una sociedad bien informada.
5. ¿Pauta o propaganda?
Este año negro deja sobre la mesa la pregunta inevitable: ¿quién va a patrocinar el periodismo en el futuro? Si la respuesta es el Estado, hay que tener en cuenta que hay una financiación de este tipo a los medios y que ocurre de la peor manera. Recursos para publicidad oficial operan sin transparencia, pocos están abiertos al concurso público y no cuentan con la correcta vigilancia.
6. Receta para silenciar investigadores
Una buena cantidad de denuncias sin fundamento, tutelas al gusto y un puñado de procesos judiciales son las armas ‘legales’ de muchos a quienes les incomoda la denuncia periodística. El objetivo de estas acciones es presionar a los periodistas para que eliminen lo publicado o para evitar que sigan investigando temas que al demandante le molesta. En ocasiones, el acoso judicial cuenta con la complicidad de los jueces o fiscales, quienes actúan con extraña celeridad y en contravía de derechos claros establecidos en el marco legal colombiano.
7. Casos destacados 2019
“Matemos la producción” dijo Juan Pablo Bieri mientras era director del sistema de medios públicos RTVC. Quería matar el programa Los Puros Criollos por las opiniones personales de su presentador, Santiago Rivas. Las intenciones de Bieri se hicieron públicas y, forzado por el escándalo, renunció. Sin embargo, el presidente Iván Duque, contrario a condenar la censura, lo volvió a integrar a su Gobierno como asesor de comunicaciones.
Resulta muy peligroso que algunos funcionarios del Gobierno y empleados del Estado consideren a la prensa como una amenaza a la “estabilidad de las instituciones democráticas”. Se ha hecho frecuente el uso de estrategias mediáticas de desprestigio a periodistas, acompañadas de tareas de inteligencia y seguimientos ilegales que encuentran en la impunidad el mejor refugio.
8. Jueces, fiscales y policías cierran puertas
Entre el 2018 y el 2019, la Flip documentó 26 casos en los que se impidió el acceso de periodistas y medios a audiencias públicas. Por otro lado, la Fiscalía General de la Nación ha impedido que algunos reporteros puedan entrevistar a personas privadas de la libertad. Dos lados de la Rama Judicial que se pelan el puesto al censurador experto.
9. El Internet que nadie quiere
El recelo creado en policías, jueces y congresistas al entender que las plataformas digitales son el nuevo campo de batalla ha llevado a que pretendan convertir Internet en un lugar diferente al espacio libre y abierto que hoy conocemos. Algunos de los proyectos que hoy están en el Congreso pretenden prohibir la publicación de cualquier tipo de dato, información, archivo, fotografía o video de otras personas sin su consentimiento expreso y por escrito. Esto volvería imposible hacer periodismo en estos espacios.
10. Al hablar de mujeres
Algunos medios de comunicación y varias periodistas se han enfocado en cubrir un tema que hace un par de décadas ni se cruzaba por una sala de redacción: género. La denuncia pública y los enfoques pedagógicos se han convertido en herramientas para visibilizar la violencia y la desigualdad contra las mujeres y la comunidad LGBT, pero el costo que pagan las periodistas que visibilizan las violencias de género es alto: soportan amenazas, acoso virtual constante y hasta acoso judicial. Debe haber una apuesta directa del Estado, los medios y la sociedad para hacer frente a estas violencias.
11. Pintura para una máquina oxidada
La Unidad Nacional de Protección (UNP) quiere actualizar sus medidas de prevención y protección a periodistas, pero su plan está lleno de ideas superficiales y burocráticas. La Flip recopila algunos problemas que tiene el actual sistema de protección, expone las sugerencias de reingeniería formuladas por la UNP, advierte sobre las fallas de las propuestas y sugiere cambios para mejorarlas.
12. Lucha contra la impunidad
Durante el 2019, la justicia colombiana e interamericana lograron avances para superar la impunidad en algunos crímenes contra la prensa en el país. Sin embargo, 125 casos de periodistas asesinados no han sido resueltos. La Flip analiza las decisiones más significativas del año: avances y retrocesos en los casos de Julio Daniel Chaparro, Jorge Enrique Torres, Jineth Bedoya Lima, Guillermo Cano, Guzmán Quintero, Nelson Carvajal Carvajal, Paúl Rivas y Efraín Segarra y Jaime Garzón Forero.
13. Ruedas creando redes
En el 60% del país, donde viven más de 10 millones de personas, no hay medios de comunicación locales. Para hacer frente a esa realidad de desiertos informativos, la Flip creó un laboratorio móvil de periodismo. 65 personas completaron en el 2019 el diplomado que ofreció este proyecto.
Lo hacen público
El informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) se presenta mañana en Bogotá a las 9:00 a.m., en Fragmentos, espacio de arte y memoria (carrera 7 # 6b-30). El miércoles la cita es en Arauca, en el Hotel Punta Arena a las 3:00 p.m.
*Con información de la Flip
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