LA PATRIA | MANIZALES
Siempre se relaciona el fenómeno de El Niño con ausencia de lluvias, pero la realidad es diferente, porque aunque la circunstancia asociada al clima persista también hay lluvias, solo que en menor intensidad.
De esta manera, Cristian Euscátegui, jefe de Alertas y Pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) explicó la importancia de entender lo que está sucediendo frente a lo que se aproxima.
"Es una confusión. En en muchas partes del país piensan que un fenómeno de El Niño es sequía total. Algunos medios inclusive difunden que desaparecerán las temporadas de lluvia".
El impacto sobre la disminución de las lluvias, aclaró el experto, se notó entre agosto y octubre pasados. "Este último siendo uno de los meses más lluviosos del año terminó con déficit entre el 40% y 70%".
Aclaró que en noviembre llovió más que el mes pasado, debido a la influencia de otros fenómenos en el Mar Caribe, pero aún sigue por debajo de lo habitual.
Los reportes
El referente del fenómeno señalado es el calentamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico. En este sentido, Euscátegui aseguró que la tendencia es ascendente y apenas está llegando al pico máximo.
Por esta razón, los efectos se verán de manera particular entre diciembre y febrero. El jefe de pronósticos indicó que eso se traducirá en menos precipitaciones y mayores temperaturas.
El funcionario manifestó que el fenómeno será comparable a los de 1981-82 y 1997-98, este último el de mayor impacto en los últimos 65 años. El indicador de temperatura por calentamiento de las aguas del Pacífico hace 19 años fue de unos 2.5º C, mientras que el fenómeno actual se ubica en 2.3º C.
Como todo fenómeno de El Niño una vez llegue a su pico más alto comenzará una disminución, con un declive más pronunciado en abril, pero con efectos hasta mayo y junio.
Por regiones
El impacto del fenómeno de El Niño es el mismo en todas las regiones. La única diferencia es que en los departamentos del Caribe, en temporada seca, desaparecen por completo las lluvias, mientras que en la Andina es posible que ocurran algunas precipitaciones.
Se esperan algunas lluvias para enero y febrero próximos, pero el pronóstico es que serán insuficientes en el centro y sur del país.
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