
COLPRENSA | BOGOTÁ
Detrás del gasto desmesurado de lo que no está incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS) se esconde un aumento excesivo en el consumo de algunos medicamentos que, en principio, no se necesitarían para aliviar un problema de salud pública.
Así lo asegura Claudia Vaca, asesora en materia de medicamentos del Ministerio de Salud y Protección Social, quien confirma que el consumo en dosis de algunos fármacos que no están incluidos en el POS ha aumentado hasta en un mil en los últimos cinco años.
Por ejemplo, el consumo de dosis por habitante de la somatropina, indicada para el tratamiento de padecimientos por deficiencia de la hormona de crecimiento, se triplicó en los últimos cinco años.
En el mismo periodo se quintuplicó el consumo de la lamotrigina, utilizado para contrarrestar los efectos de la epilepsia, pero que, según Vaca, es la tercera opción cuando no funcionan los medicamentos esenciales.
También con los del POS
Los hallazgos se sustentan en un estudio publicado por la revista Panamericana de la Salud sobre medicamentos de alto costo, y en el incremento desmesurado de los recobros en los últimos diez años, que alcanzaron un pico en el 2010 de 2,4 billones de pesos (ver recuadro).
Aunque no se pueden hacer inferencias sobre lo que puede estar desencadenando dicho fenómeno, Vaca afirma que los hallazgos pueden sugerir “una demanda inducida, prácticas inadecuadas de prescripción o una alarma frente a algún problema de salud pública asociado al aumento de este consumo”.
La asesora del ministerio añade que estos comportamientos también se pueden presentar con los medicamentos incluidos en el POS, lo que exige una revisión para saber qué está provocando que los colombianos demanden de forma desmesurada cierto tipo de fármacos.
En el 2010 los recobros por servicios no POS le costaron al Estado 2,4 billones de pesos, de los cuales el 82% fueron por medicamentos. El año pasado se logró reducir la cifra a 1,8 billones, sin embargo, la meta para el 2014 es que bajen a $500 mil millones.
Este es un gran reto del Ministerio de Salud y Protección Social con la Política Farmacéutica Nacional, que desde el jueves pasado cuenta con un documento Conpes que define las estrategias para lograr que en Colombia los pacientes tengan acceso real a medicamentos de calidad y seguros, a un costo moderado.
Claudia Vaca, asesora del Ministerio, explica que un pilar de la política será fomentar la competencia para evitar monopolios en la venta de medicamentos que imponen precios excesivos y generan inequidad en el acceso.
El otro pilar será la promoción de la transparencia de la información que está disponible para usuarios y compradores de los medicamentos que circulan en el mercado colombiano, para que la gente sepa cuál es el precio y las condiciones de calidad del insumo.
Además de bajar los recobros, el Ministerio deberá mejorar el acceso a estos insumos, teniendo en cuenta que el 34% de los medicamentos prescritos a la población no son entregados, según informes de la Defensoría del Pueblo y la Contraloría.
Según Vaca la meta es que ese porcentaje llegue a cero en el 2014, para lo cual se trazó 10 medidas que entre buscarán hacer más eficientes las compras, atender a poblaciones vulnerables y frenar los desagües financieros que por la vía de los medicamentos le ha costado billones al país.
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