COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá
Un estudio en la región de la Orinoquía colombiana, realizado por el Instituto geográfico Agustín Codazzi (IGAC), reveló las causas que explicarían la tragedia ambiental en el departamento del Casanare y que, hasta ahora, ha cobrado la vida de más de 20 mil animales de diferentes especies como chigüiros, tortugas, reces, babillas, caimanes y otras en vías de extinción.
El estudio de suelos y coberturas vegetales concluye que la fuerte sequía en Paz de Ariporo (Casanare) podría estar relacionada con la excesiva ganadería, la limitada capacidad productiva de los suelos, los cultivos agrícolas y el pastoreo en zonas en el páramo, el régimen de precipitación de la región y la posible afectación de acuíferos por la actividad petrolera.
Paz de Ariporo cuenta con una extensión de 1.213.993 hectáreas, que equivale al 1,06 por ciento del territorio colombiano, lo que lo convierte en un municipio más grande que los departamentos del Atlántico, Quindío, Sucre y Risaralda.
Causas
Como primera autoridad colombiana en materia de suelos, el IGAC, basado en sus análisis de suelos, coberturas vegetales de la región ecosistemas de páramos y humedales de alta montaña, entre otras variables, encontró que lo que define como los ‘cinco pecados de la tragedia ambiental en Casanare’.
1- En el Cocuy reinan los cultivos
La afectación de los páramos sería la primera causa. Los ríos y cuerpos de agua de Paz de Ariporo, y en general los del departamento del Casanare, se alimentan o nacen en la Cordillera Oriental, principalmente en el páramo del Cocuy.
Según el levantamiento semidetallado de suelos en áreas de páramo que adelanta actualmente el IGAC en toda Colombia, se ha podido verificar cómo en algunos sectores los campesinos está cambiando la vegetación nativa compuesta por frailejones y musgos, por cultivos de papa y cebolla, en combinación con actividades de pastoreo de ganado. Es decir, se alteró el equilibrio de los suelos altamente frágiles del páramo.
2. Ganadería en exceso
El estudio de conflicto de usos del suelo del Agustín Codazzi no deja bien parado a Paz de Ariporo, ya que indica que es el municipio más afectado en todo el departamento por la excesiva ganadería, lo cual ha generado un intenso deterioro de sus suelos.
Del millón 213.993 hectáreas de todo el municipio, el 35,4 por ciento son suelos subtutilizados (430.860 hectáreas), es decir, tierras donde la demanda es menos intensa en comparación con capacidad productiva con la que cuentan.
Esta zona presenta un compactación “excesiva” por el ganado bovino, la cual produce que los poros del suelo se cierren y no pueda filtrar el agua. Por esta razón el recurso hídrico sigue su camino en busca de otras descargas o se evapora, y los suelos se vuelven áridos y erosivos.
3- Suelos no retienen agua
Paz de Ariporo cuenta con una precipitación de 2.150 milímetros al año, una cifra que supera a la de Bogotá, que está entre 800 y 1.000. Sin embargo, solo se presenta una sola temporada de lluvias entre mayo y septiembre, con su pico más alto en julio, con cerca de 300 milímetros. El resto de meses se pueden catalogar como secos, principalmente el primer trimestre, donde la sequía hace estragos.
A pesar de ser una zona donde llueve mucho en un periodo, el problema está en los suelos, que tienen una baja capacidad de retención de humedad.
4- Ojo a la petroleras
La Orinoquía colombiana es una ‘mina de oro’ para la industria petrolera. Sin embargo, las profundas perforaciones para obtener el oro negro pueden haber afectado un recurso del que nadie casi habla: el agua subterránea.
Aunque no se conoce a ciencia cierta qué cantidad de agua hay bajo los suelos del Casanare, ni de Paz de Ariporo, las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos requieren de un caudal permanente para su funcionamiento, lo cual genera que la capacidad de reserva de los acuíferos que pueden abarcar varios municipios: así se ve diezmada ante las reducción de las fuentes aportantes del preciado líquido que proviene de la Cordillera Oriental.
5-Suelos poco atractivos
Los cultivos agrícolas en Casanare y Paz de Ariporo parecen un espejismo, ya que poco se ven. La razón es la calidad de los suelos, que en su mayoría son ácidos, arenosos, con baja fertilidad y con una capa orgánica delgada.
Además, según el Estudio General de Suelos del IGAC del 2012, las tierras de la Orinoquía están clasificadas como bien drenadas, lo cual no es bueno en esta época de sequía ya que significa que no hay fuentes de agua cercanas.
*Al igual que en Paz de Ariporo, el problema que más aqueja a los suelos del Casanare es la subutilización de las tierras (en 32 por ciento de todo su territorio), debido a que los campesinos y habitantes le han dado un uso poco apto relacionado con la capacidad que ofrecen, es decir optaron por dedicarse a la cría del ganado.
*Todo lo contrario ocurre en el 12 por ciento del Casanare, en donde se sobrepasa la capacidad natural productiva por el aprovechamiento intenso de los recursos naturales (sobreutilización de los suelos). Los municipios más sobreutilizados en el Casanare son Paz de Ariporo, Tauramena y Trinidad.
*Las áreas para la producción agrícola, ganadera y explotación de recursos naturales suman 3 millones 115.867 hectáreas, que corresponden al 70 por ciento del departamento.
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