Santrich, Márquez, el Paisa y otros excombatientes de la guerrilla de las Farc asustaron al país el 27 de agosto en la noche. Hicieron un llamado a retornar a la lucha armada.
Sin embargo, otros miembros de Farc, ya convertido en el Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común mandaron un mensaje de esperanza. “La gente está muy motivada y le está apostando es a la fuerza en los territorios. Hago un llamado a los colombianos porque el secretariado de las Farc se componía de 60 unidades, y hasta el momento, reconocidos, hay dos en las disidencias”.
La voz es de Luis Alejandro, excombatiente residente en Vista Hermosa (Meta). Habló con LA PATRIA en la VII Gira de Cooperación Técnica Sur-Sur, de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), a la que también fue invitado este medio de comunicación durante sus dos primeros días de trabajo.
Parte del conflicto
“La mayoría le estamos apostando al proceso porque tenemos familias; pensamos que la mejor forma de resarcir los errores, el dolor que se le ha causado a Colombia, es hacerlo como lo estamos haciendo, por el lado positivo”, agrega Luis Alejandro.
Sin embargo, dice que no se arrepienten de haber sido guerrilleros porque de sus luchas les han venido dando la razón. “Como le decía a un compañero, el hecho de habernos despojado del fusil y del uniforme no quiere decir que nos hemos despojado de las ideas de cambio, de inversión social, de que tengamos equidad en el país”.
Considera que de pronto sí hay que pedirles perdón a las personas que han sufrido con el flagelo de la guerra, como lo han sufrido ellos por ser parte del conflicto. “No estuvimos en la guerra porque quisimos o por no trabajar, como dicen algunos. Veíamos que en nuestros territorios la guerra se iba aumentando y la única opción fue empuñar las armas”.
Complicaciones
Del proceso de paz, Luis Alejandro asegura que le ha parecido muy importante, pero con falencias. “Una cosa es lo que se dice y otra lo que está sucediendo allá”.
Explica que en Vista Hermosa tienen tres proyectos productivos: 10 hectáreas en caña, 20 hectáreas en sacha inchi (semilla a la que se le atribuyen propiedades para la salud y la cosmética) y otro de ganadería, pero que son proyectos con esfuerzo de ellos mismos y con poco apoyo del Gobierno. “Por ejemplo, con la caña no tenemos molienda, la hacemos en otra vereda que nos queda a dos horas y media. Saca uno la panela y la devuelve otra vez a la zona veredal porque muchas veces no tiene comercialización, se pierde”.
Sostiene que viven de la renta básica que les da el Gobierno Nacional ($800 mil), y que así quieran trabajar no consiguen empleo. “En esos territorios como han sido golpeados por la guerra no hay gente, y al no haber gente no hay empleo, hasta ahora están entrando proyectos productivos”.
En adaptación
Luis Alejandro reconoce que ha sido difícil ingresar a la vida civil, al estar acostumbrados a que pedían y les resolvían. “Allá era así. Si uno se sentía enfermo lo llevaban al médico. Las necesidades personales las resolvían a los dos o tres días. Uno tiene que irse adaptando a ese sistema, pero hay que intentar cambiarlo”.
Julián perteneció al frente urbano de las Farc y es otro que manifiesta inquietudes en cuanto al cumplimiento de todos los puntos del acuerdo de paz. “Soy miembro del Común, de la Cooperativa de Excombatientes de las Farc, y tratamos de masticar este proceso, de entenderlo. La reincorporación social y económica quedó diseñada en función del libre mercado, o sea qué tan exitosos podamos ser como emprendedores, y eso tiene graves dificultades”.
Indica que están tratando de ser emprendedores, como la mayoría de los excombatientes lo decidió, pero que la estructura social colombiana no permite que un emprendimiento salga de la noche a la mañana. “Dependemos de qué tan buenos seamos en eso, tenemos que aprender a administrar, pero nunca hemos enfrentado un negocio, no somos empresarios ni tenemos ningún tipo de educación, y ese aprendizaje requiere mucho tiempo”.
Expresa que si no hay voluntad política del Gobierno el país irá a un estadio inferior al que traía el país antes del acuerdo de La Habana. “Hay territorios en donde llega la nueva guerrilla y se lleva 40 o 60 nuevos muchachos que voluntariamente se van a sumar. Los excombatientes ya conocimos la guerra y creemos que la solución es la paz, creemos todavía que podemos tener un espacio político para disputar el poder en el país”.
Alessandro Pretti, coordinador de la Unidad de Paz y Seguridad y Jefe de la Unidad de Verificación de la ONU en Colombia, quien participó de la Gira convocada por la ARN, habló con LA PATRIA sobre el proceso de paz. Sus frases más destacadas fueron:
* “Hay que reconocer que en la reincorporación económica y social ha habido compromiso real de la ARN, del Gobierno y de FARC en avanzar lo más posible. Obviamente permanecen algunos retos, sobre la necesidad de ver la paz en sentido más integral, no es simplemente una serie de proyectos productivos para excombatientes sino que implica otros importantes cambios en las regiones más afectadas por la violencia y por la pobreza”.
* “Hay que vincular la reincorporación con otros aspectos del acuerdo: la Reforma Rural y la Reforma Política, como también la Justicia Transicional para poner efectivamente en el centro los derechos de las víctimas”.
* Hay que implementar con más energía una reincorporación sostenible que permita un impacto para excombatientes y comunidades, con acceso a tierra, a mercado, con enfoque territorial y comunitario”.
* “Siempre hemos planteado en la necesidad de avanzar en la seguridad física, económica y jurídica. Con respecto a la protección hemos registrado desde la firma del Acuerdo de Paz el asesinato de 150 excombatientes, eso nos preocupa, como también nos preocupa la seguridad de las comunidades, de los líderes sociales y los defensores de los derechos humanos. Lo que hay que hacer es asegurar que mejoren las condiciones de vida de las comunidades que no han visto presencia del Estado Social de Derecho”.
* “Condenamos enérgicamente el llamado al rearme de disidencias de las Farc, es un mensaje que tiene cierto nivel de peligro en términos de invitar a la reincidencia y a la disidencia; al mismo tiempo, no queremos dramatizar. La paz sigue adelante, la inmensa mayoría de personas en el proceso de reincorporación siguen comprometidas, más o menos entre 90% y 95%”.
* “Hay que mantener optimismo, esperanza y confianza sabiendo que todavía en las comunidades no se han visto tan rápidamente los beneficios de la paz. Hay que tratar de construir una alianza entre comunidad internacional, pero con protagonismo de la institucionalidad nacional y territorial en donde estén las personas en proceso de reincorporación, la sociedad civil, la empresa privada”.
En la Gira expusieron experiencias de industriales colombianos que apoyan proyectos productivos de excombatientes. La del café colombiano Lohas Beans, es una. Juan Pablo Campos, gerente general de la firma y socio fundador, habló con LA PATRIA:
“Ha sido muy positiva la experiencia, hemos encontrado un grupo de excombatientes, de familias, de productores cafeteros muy comprometidos, responsables y serios para certificarse bajo los estándares de producción agrícola orgánica; de confiar en un proceso de comercialización con un aliado como Lohas Beans. Nunca ha habido nada que se salga del mayor respeto, de la cordialidad”.
Lohas Beans tiene 37 asociaciones de pequeños productores ubicados desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Nariño, agrupan 2 mil productores entre los cuales uno es excombatiente de las Farc. La asociación se llama Acopaz y está en Dolores (Tolima).
Para Campos, lo que está haciendo el Gobierno con la creación de estos espacios es lo más apropiado, pues permiten acercar y crear confianza. A otros empresarios les recomienda no temer a dar el paso y buscar el aliado y alternativas. Aunque reconoce que todavía hay componentes de violencia que afectan los costos porque siguen existiendo vacunas a transportadores, amenazas. “Salir con los productos de las regiones todavía tiene ese componente de disturbio de seguridad social. El mensaje al Gobierno es seguir fortaleciendo la seguridad, trabajando en infraestructura”.
13 mil 202 personas acreditadas por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
13 mil 23 personas en proceso de reincorporación.
8 mil 816 personas que residen fuera de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) o antiguas zonas veredales.
3 mil 220 personas que residen en ETCR.
987 pendientes por ubicar.
389 proyectos productivos aprobados y desembolsados.
1.816 excombatientes beneficiados de proyectos desembolsados.
$24 mil 836 millones desembolsados para estos proyectos.
12 mil 980 afiliados a salud.
10 mil 718 afiliados a pensión.
12 mil 838 personas con asignación única de normalización.
46 personas acreditadas (excombatientes) en 15 municipios de Caldas, con corte al 31 de agosto, la mayoría están en Riosucio (14), Manizales (6), Samaná (5), Villamaría (5).
Todas afiliadas a salud, 39 al Régimen Subsidiado y 7 al Régimen Contributivo.
2 proyectos productivos individuales aprobados en Caldas que vinculan a 3 personas (un centro veterinario en Villamaría y otro proyecto en caficultura en Samaná).
Es un evento que busca enriquecer la cooperación técnica con la creación de redes e intercambio de experiencias que contribuyan a la difusión de buenas prácticas y lecciones aprendidas en reintegración, reincorporación, reconciliación y desarrollo global.
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