Si el sorprendido Ceballos hubiera sabido que por el delito de falsificación de moneda lo mandan a uno a la cárcel, y que la pena va de 8 a 15 años, quizá no habría palidecido cuando la Fiscalía allanó la pieza en la que vivía.
Su drama comenzó en julio de 2012, cuando a un vendedor de cigarrillos del centro de Medellín le rechazaron una compra porque su billete, con el que recién le habían pagado unas cajetillas, estaba malo.
Se presentó con la prueba ante el Grupo contra la Falsificación de Moneda del CTI y los investigadores constataron que el papel de $ 20.000 tenía varias particularidades. "El color de la impresión era diferente, pero dos símbolos, el círculo y el hexágono, eran reales", cuenta un miembro del equipo.
Los peritos se comunicaron con sus pares de Bogotá y Cali, que junto a Pereira son las otras ciudades donde más se trafica moneda falsa, y allá enfrentaban casos similares. La modalidad, aunque novedosa, ya tenía chapa: el truco del "billete muerto".
Hasta el momento había cuatro formas de piratear dinero: impresión ink jet (con impresora de alta calidad) y le sigue la off set (con máquina litográfica, que le da el relieve al papel bond empleado). Para ello, se usan planchas metálicas con los emblemas del billete. Un molde con denominación de $10.000 puede costar $1 millón. Se han detectado de estas fábricas en Medellín, Bello, Itagüí, Caldas y Copacabana.
Más modalidades
La tercera modalidad es regrabando un papel moneda. "Emplean un dinar iraquí, que cuesta $ 1.000, y con un proceso químico le borran la tinta, lo recortan y reimprimen como dólar, euro y bolívar", agrega el investigador. La cuarta es la más burda, sus víctimas suelen ser niños o ancianos a quienes la vista engaña: fotocopias a color.
Pero del "billete muerto" había poca información hasta ahora. Es una especie de moneda "Frankestein", hecha con partes de otras, con una pericia asombrosa. La investigación del CTI comenzó donde el mercado negro se aferra al comercio legal: el centro de Medellín.
La siguiente pista apareció en octubre de 2012. Tres hombres, en diferentes circunstancias, fueron detenidos en la zona portando esos billetes. Al parecer, los traficaban a un valor mayorista y los descubrió la comunidad, pero ninguno confesó cómo los había adquirido.
El enigma crecía. ¿Quién estaba detrás de la fabricación de estos duplicados?
Por lo general, el perfil de los falsificadores es clásico. "Participan litógrafos contratados por terceros", precisa el investigador judicial.
El "inversionista" para este tipo de modalidad delictiva está involucrado en otras áreas del crimen organizado: narcotráfico, contrabando, piratería o bandas. Es cuando combatirlos se hace peligroso.
"Esa actividad termina ligada a otras cadenas de ilegalidad como el narcotráfico, alimentando a estructuras que promueven la violencia", señala Rubén Fernández, gerente del programa estatal Antioquia Legal.
Pocas veces, dicen los agentes, han capturado a empleados bancarios. "Este negocio está en manos de mafias que trabajan en red, que consiguen insumos (tintas, cintillas de seguridad, etc.) en diferentes partes. Los que producen los billetes son subcontratistas que poco saben del destino final de su creación, casi siempre es gente con urgencias económicas".
Los billetes más clonados son de $ 20.000 y $ 50.000, seguidos de $ 10.000 y $ 5.000. No falta el que se sale del promedio y el 5 de noviembre de 2009 el CTI allanó dos imprentas clandestinas en los barrios Quinta Paredes y Salinas de Bogotá, donde halló 25.000 billetes falsos de $ 2.000.
En cuanto a moneda extranjera, los billetes de US 100 y US 20 están en el tope. También son populares los de 50 euros y 20 bolívares.
Si en Colombia es grave manejar moneda falsa, en el extranjero es mucho más complejo, porque allí ser sorprendido con un billete falso, así lo haya uno recibido por engaño, inmediatamente pasa a manos de jueces especializados y las condenas son largas.
Las incautaciones
*Según los expertos, en el entramado de la falsificación, los que intervienen aspiran a ganar tres veces más de lo invertido.
*Las incautaciones más grandes del último lustro han sido en un inquilinato de Cali (20 de febrero de 2013), donde cayeron US 5’781.300; en una casa del suroccidente de Bogotá (8 de agosto de 2012), 1’204.500 euros; en una residencia del barrio La Joyita de Bogotá (11 de abril de 2011), US 2’470.000; en una vivienda de Bello (13 de mayo de 2010), $ 1.000 millones; y en un bar del municipio de Caldas (29 de abril de 2010), US 1’400.000.
Tómese el tiempo de revisar
Para no caer en la trampa de un billete falso, el Emisor recomienda revisar por lo menos tres sistemas de seguridad del papel, acción que no quita más de 15 segundos: marca de agua, hilo de seguridad, impresión en relieve e imagen oculta. El instructivo puede consultarse en www.banrep.gov.co
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015