
COLPRENSA|LA PATRIA|BOGOTÁ
El vicepresidente Angelino Garzón quedó descartado para ser el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al ubicarse en el tercer lugar detrás del sindicalista británico Guy Ryder y del francés Gilles de Robien.
Después de cinco rondas de votación en el Consejo de Administración, Garzón quedó por fuera de la pelea. En esta última, el vicepresidente colombiano obtuvo siete votos, Ryder se quedó con 25 y Robien con 24.
Así las cosas, el nuevo director de la organización internacional será europeo. Se trata de Ryder, quien reemplazará al chileno Juan Somavia, que está al frente de ese organismo desde 1998.
Durante la jornada, el primer eliminado fue el candidato de Níger, Ibrahim Assane Mayaki, quien obtuvo solo un voto. En la segunda ronda, quedaron por fuera los candidatos por Senegal, Assane Diop y de Suecia, Mona Sahin.
En la tercera y cuarta ronda quedaron descartados los candidatos por Holanda, Ad Melkert, y Malasia, Jomo Kwame Sundaram.
Así las cosas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) eligió por primera vez en su historia casi centenaria a un director general cuya candidatura fue promovida por las organizaciones sindicales y no por un gobierno, al designar al británico Guy Ryder.
Hasta ahora "número dos" de la OIT, Ryder era visto como el "heredero natural" del chileno Juan Somavia, quien dejará el cargo el próximo 30 de septiembre.
"Mis antecedentes y los de mi candidatura no son los de mis predecesores y esto podría suscitar dudas en algunos sectores, pero todos tienen que saber que mi rol será representar, fomentar y defender los intereses de todas las partes de esta organización", dijo Ryder en sus primeras palabras públicas tras ser elegido.
La OIT tiene la singularidad de ser la única organización multilateral de carácter tripartito, pues en ella tienen voz y voto no sólo los gobiernos, sino también las organizaciones de empleadores (patronales) y de trabajadores (sindicatos).
Las palabras del ganador
El próximo director general, de 56 años y que asumirá el cargo el 1 de octubre, recordó que "el mundo está en crisis" y prometió que, bajo su liderazgo, la OIT seguirá trabajando principalmente en favor de los desempleados y de otros grupos vulnerables.
"Hay diferencias en esta sala, pero nadie le daría la espalda a los desempleados ni diría que no son nuestro problema, ni pondría de lado a los más vulnerables. En nuestra misión todos tienen la misma importancia", aseguró Ryder, tras reconocer que la elección "fue cerrada y difícil".
Acto seguido, pidió a los delegados gubernamentales, sindicales y de los empleadores rechazar el inmovilismo y actuar con "unidad" en favor de "la justicia social en esta época llena de turbulencias".
Desde la óptica de gestor, Ryder prometió impulsar reformas en la institución para hacerla "más eficiente, mejorar nuestro desempeño y estar a la altura de lo que se espera de nosotros".
Asimismo, rindió tributo a Somavia y dijo que, bajo sus mandatos, la OIT "cobró la visibilidad y el protagonismo que necesita para desempeñar un papel en el mundo actual"
Ryder se enfrentó en la última fase con el exministro francés Gilles de Robien, a quien sacó cuatro votos de ventaja (30 en total), con los que consiguió erigirse como el décimo director general de la OIT.
Fuentes diplomáticas latinoamericanas que participaron en el proceso dijeron a Efe que Garzón, tras ser eliminado, pidió a los países de la región con derecho a voto en el Consejo de Administración de la OIT que apoyaran a Ryder.
Brasil y Argentina se sumaron al llamamiento en favor del candidato de los trabajadores.
Los votos de los países en desarrollo, particularmente de aquellos que apoyaron inicialmente a alguno de los tres candidatos africanos o al aspirante asiático, se dispersaron en las siguientes rondas entre Garzón, Ryder y De Robien.
En ese contexto, la posición que adoptasen los países latinoamericanos era considera crucial y capaz de inclinar la balanza en favor de uno u otro.
Luego de conocerse que el vicepresidente Angelino Garzón no fue elegido como director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), varios congresistas insistieron en la necesidad de que el alto funcionario continúe ejerciendo su cargo conforme a las misiones encomendadas por el presidente Juan Manuel Santos.
El exalcalde de Bogotá y presidente del Partido Verde, Luis Eduardo Garzón, le pidió al vicepresidente, que le diga claramente al país si está con el presidente Santos o si hace parte de la oposición que lidera el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El exalcalde sostuvo que Garzón ha sido muy cercano al exmandatario, lo cual preocupa porque Uribe se ha convertido en la principal vertiente que se opone al presidente Santos.
A su turno, el presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria, dijo que el vicepresidente deberá enfocar su actividad y retomar el tema laboral, que fue una de las funciones centrales que le asignó el Santos.
De la misma forma, sostuvo que también se requiere que Garzón siga adelante con el tema de los derechos humanos, que es otro de los asuntos que ha liderado durante su gestión de Vicepresidente de la República.
La también representante a la Cámara, Gloria Díaz, declaró que Garzón deberá volver a ratificar que sigue siendo ese hombre fiel que fue elegido al lado del primer mandatario.
El senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, anunció que convocará a un debate para aclarar y determinar el presupuesto que el Gobierno destinó para la campaña de Angelino Garzón rumbo a la OIT.
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