Colprensa | LA PATRIA
Aída Merlano, la excongresista del Partido Conservador condenada a 15 años por la Corte Suprema de Justicia, continúa hablando desde Venezuela sobre lo que ella considera un entramado de corrupción de la Costa para ganar elecciones. La pregunta es si la justicia o los entes de control se atreverán a investigar lo que ha señalado tanto en el Tribunal de Justicia de Venezuela como en el canal Semana TV.
Sin embargo, esta vez fue más allá y señaló que Julio Gerleín le había confesado que había invertido un alto capital en la campaña a la presidencia de Iván Duque, que ese dinero había salido de una colecta que hicieron los Char y que eran, aproximadamente, 6000 millones de pesos.
Añadió que el entonces aspirante a la Casa de Nariño tenía conocimiento de la manera en la que se estaba moviendo la máquina electoral para comprarle votos a su campaña. Como ocurre en este tipo de señalamientos, no presentó pruebas para sustentar su acusación. Así las cosas, en el evento de que el caso sea tocado por la justicia será la palabra de uno contra otro, salvo que se revele una evidencia que le dé sustento a la denuncia.
En sus declaraciones indicó que por cuenta de ello “deberían estar presos Fuad Char, Arturo Char, Alex Char, Faisal Cure, Julio Eduardo Gerleín (hijo) y Julio Gerleín”.
Sobre su pedido de extradición, que el Gobierno elevó al opositor Juan Guaidó, lo consideró “una vergüenza nacional” y añadió que “es tan absurdo como el hecho de que mi abuelita viniera a acompañarme a esta entrevista”.
De Merlano no se conocía nada hasta finales de enero pasado cuando fue detenida en Venezuela, luego de que se le fugó a una comitiva del Inpec que la acompañaba a una cita odontológica en el norte de Bogotá.
“Quienes organizaron mi fuga fueron los Gerlein y los Char (...) no sé cuánto pagaron, pero me dijeron que me iban a ayudar y que iba a tener una vida tranquila, me lo dijo el abogado Muñetón”, relató la política conservadora.
El abogado al que hace referencia es Diego Muñetón, que en su momento también defendió los intereses de Enilce López, condenada a 37 años por el crimen de Fabián Ochoa Torres, perpetrado en junio del año 2000.
Merlano también narró que quienes organizaron su escape le “dijeron lo que debía hacer, de dónde me debía tirar y que debía salir y correr a la calle. Cuando caigo todavía no entendía quién era el de la moto”.
En sus declaraciones le mandó un salvavidas al odontólogo Javier Cely, de quien dijo no tiene nada que ver con su fuga, pues el diseño de sonrisa sí era un tratamiento real. “No fue mi cómplice, es un hombre inocente al que le digo, doctor, perdóneme. Nunca pensé que iba a terminar involucrado. Ojalá pueda perdonarme”, dijo.
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