BUCARAMANGA - Además de ser usado en la refinación del petróleo, joyería, producción de detergentes, en la industria del plástico, producción de insecticidas y hasta en el procesamiento de la pasta de coca, el ácido sulfúrico se ha convertido en una de las ‘armas’ más usadas para agredir a otras personas con la intención de desfigurarlas, mutilarlas e incluso asesinarlas.
Si bien la venta formal de esta peligrosa sustancia se encuentra controlada por las autoridades, por ser uno de los insumos básicos para el procesamiento de la cocaína, dichos controles no son suficientes para quien lo adquiera con intención de atacar a alguien.
En Bucaramanga tan solo basta con recorrer algunos negocios de insumos químicos para comprar hasta un galón de este ácido, lo que es la cantidad máxima legalmente permitida al mes por persona, que si bien no alcanzaría para procesar gran cantidad de estupefacientes, es suficiente para perpetrar agresiones como las registradas durante la última semana en el país.
Así mismo, esta Redacción comprobó que si de comprar en dichos establecimientos se trata, solamente se necesita desde $4.000 para una botella de aproximadamente 400 ml, hasta $30.000 en el caso de adquirir un galón.
Cabe destacar que los establecimientos que comercializan esta sustancia, según la norma, solicitan la cédula y dirección del comprador. Sin embargo, al final esto no se convierte en una garantía para controlar que se le dé el uso debido o que dicha información sea veraz. En pocas palabras: ‘hecha la Ley, hecha la trampa’.
Eso sí, no se desconoce que ciertos negocios en la ciudad también venden dicho ácido de manera clandestina, sin ningún tipo de restricción y mucho menos sin necesidad de presentar documento alguno. En estos casos, el costo, de tra-tarse de un galón, asciende a cerca de $45.000.
Por si fuera poco, el acceso a estas sustancias químicas altamente corrosivas puede ser aún más fácil si se tiene en cuenta que muchas de ellas se utilizan en elementos de la vida cotidiana.
Es más, además del ácido sulfúrico (usado en el ataque sufrido por Natalia Ponce de León el pasado 28 de marzo en el norte de Bogotá), existen otras sustancias químicas con efectos corrosivos similares que pueden conseguirse incluso en supermercados.
Los casos recientes
Dos casos de agresiones con ácidos se han conocido en el país durante la última semana. El más reciente de ellos se registró el pasado miércoles en Bogotá, cuando una mujer fue rociada desde un segundo piso con un elemento químico. La agresora, según señalan, fue su vecina.
De acuerdo con testigos de los hechos, minutos antes del ataque las dos mujeres habían discutido.
El otro caso fue perpetrado contra la joven empresaria Natalia Ponce de León, el pasado 28 de marzo en el norte de Bogotá. La mujer de 33 años de edad fue atacada con ácido sulfúrico en la entrada del edificio donde reside y según el parte médico, la sustancia afectó parte de su cara, cuello, abdomen y piernas, por lo que hasta el momento ha sido sometida a tres cirugías.
Gerardo Bautista, coordinador de la Escuela de Química de la UIS
“Las sustancias más peligrosas, por los efectos que pueden provocar, son los ácidos, en especial los inorgánicos como el ácido sulfúrico y otros que también se consiguen muy fácil comercialmente, incluso en cualquier supermercado.
Las sustancias no son malas, lo malo es la intención de cada persona. Esos ácidos bien usados sirven para muchas cosas de la vida cotidiana y la industria.
En cuanto a una norma que restrinja su comercialización, pienso que sería muy difícil. Todos estos reactivos son sustancias muy comunes y, por tanto, muy difícil de controlar porque muchas industrias pequeñas hacen uso de ellas.
Si es posible sería muy bueno debido a los casos que se vienen presentando, pero considero que se debe ir a la raíz de todo esto. El problema no son las sustancias químicas usadas para estos males, sino las personas que corrompen el verdadero uso de dichos reactivos”.
Efectos del ácido sulfúrico
- El contacto con los ojos puede provocar pérdida total de la visión.
- Dependiendo de la exposición, al entrar en contacto con la piel se generan lesiones que pueden provocar quemaduras de tercer grado y necrosis severa.
- La ingesta de ácido sulfúrico concentrado, una cantidad similar a una cucharada, es mortal. Puede provocar perforación del ducto gástrico, peritonitis y y finalmente un shock.
- Inhalar vapores de ácido sulfúrico concentrado provoca desde tos aguda hasta daños severos en los pulmones y en general en todo el tracto respiratorio.
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