LA PATRIA | MANIZALES
El arquitecto manizaleño Simón Vélez suele llamar a la guadua con el sobrenombre de “acero vegetal”. Con Con esto, señala que esta especie de planta tiene las características y la resistencia de ese material base en la construcción.
La guadua se observa con optimismo por sus seguidores y estudios. Andrés Jaramillo, experto en la materia, asegura que esta es “la madera del futuro, el recurso renovable autosostenible en su nacimiento sin la intervención del hombre”. Él asegura que tiene más de mil subproductos y que es es la planta con más crecimiento del planeta y la mayor generadora de oxígeno y capturadora de dióxido de carbono.
Antes de llegar a ser la estructura de cientos de edificaciones en el país, y algunas fuera de él, la guadua debe pasar por tres momentos. En ellos, la plántula o rizoma pasa de 25 centímetros a 25 metros o más; luego es seleccionada, secada e inmunizada para terminar en manos expertas que la transforman en placas y columnas.
Selección
El Centro Nacional para el Estudio del Bambú Guadua asegura que en el país existen 40 mil hectáreas sembradas. De estas, 36 mil son guaduales naturales y el resto cultivos dedicados exclusivamente a la plantación de estas.
Como “bambú guadua” es posible rastrear 30 especies diferentes países en el mundo. La Angustifolia es la más popular en Colombia, de ella se conocen tres variedades: macana y cebolla, que se usan en el sector de la construcción para esterilla y columnas; y la rayada, con mayor presencia en la artesanía.
Según el botánico Alejandro Escobar, un cultivo nuevo de guadua se puede iniciar con las semillas que produce esta. A este procedimiento se le conoce como propagación sexual.
La otra forma de sembrar es la asexual, la cual se logra al cortar una parte de la planta para sembrarla, explica escobar.
En investigaciones del Centro Nacional para el Estudio del Bambú la reproducción por semillas tiene algunas falencias. El método de reproducción por semillas no es el ideal porque las plantas que se logran a partir de éstas pueden no tener un buen desarrollo.
Por esa razón, la reproducción asexual es la más usada. Para lograrlo, se toma “una parte de la guadua ya sea la raíz, el tallo o una matamba o chisquín, que son pequeños retoños”, asegura el botánico. Él señala que el chisquín, de uno o tres centímetros, es provechoso debido a lo económico que son y a las buenas plantas que da.
Corte
Los cultivos de guadua se desarrollan en las zonas templadas que van desde los 900 hasta los 1.900 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas promedio entre 20 a 26 grados centígrados; con una humedad relativa del 80 por ciento y, como mínimo, una precipitación anual de 1.000 milímetros.
Gustavo Taneche, experto en guadua y propietario de Guaduas Colombia Bambú, explica en su blog que para llevar a cabo el corte de una guadua es fundamental conocer a edad de esta.
“Es necesario saber esto porque eso tiene consecuencias en las condiciones físicas y mecánicas”, asegura Taneche. Esto incide, según el experto en la resistencia y usos que se le pueda dar. “La edad adecuada para efectuar el corte, con objetivos de una futura utilización para la construcción, se encuentra entre los 3 y 5 años”.
Curado e inmunización
Con el fin de que los tallos de la guadua sean más duraderos y menos propensos al ataque de los
insectos y hongos, el bambú después de cortado, debe someterse a un tratamiento de curado con el que se busca disminuir el contenido de almidón y humedad de los tallos; también, es necesario un tratamiento con preservativos químicos contra los insectos y hongos.
Para el curado se usan dos técnicas:
Curado por inmersión: en el que se sumergen los tallos en agua, una vez cortados por un tiempo no mayor a cuatro semanas.
Curado por calentamiento: los tallos recién cortados se rotan sin quemarlos sobre fuego, a cielo abierto.
Taneche explica en su blog que para la inmunización y preservado hay dos opciones:
La primera, es la inmersión que se logra “rompiendo el anillo interno de la guadua con varilla, luego sumergirla durante tres a máximo cinco días en agua con inmunizantes”. Entre ellos se suele usar bórax y ácido bórico o inmunizantes de carpintería.La segunda opción es el preservado por inyección. “Para lograr esto se debe tener en cuenta la perforación de la guadua a dos dedos del cada anillo en zig-zag. Debe inyectarle 15-20 cm de inmunizante, puede ser con una jeringa desechable o con una fumigadora. En este método se emplean los mismos químicos que el anterior.
Secado
El proceso del secado es fundamental para prevenir el ataque de hongos e insectos, mejorar las condiciones de aplicabilidad de los preservantes y reducir el peso de las piezas y hacerlas más fácil en su manipulación. Para lograr este cometido hay dos opciones de secado:
Secado natural: los tallos se apilan horizontalmente, bajo cubierta, protegidos del sol y la lluvia por un lapso de dos meses, a fin de alcanzar la humedad requerida.
Secado en hornos: puede hacerse en estufas o cámaras cerradas, similares a las que se utilizan para madera aserrada. En estos se deja de ocho a diez horas.
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Proceso de inmunización por inmersión
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Proceso de secado al sol, en altura y clima propicios
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Foto|Cortesía
Trabajador trabaja en el proceso de inmunizado
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